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Para empezar: Química del agua de acuario
En los acuarios de agua dulce se pueden medir multitud de parámetros, algunos de ellos son: pH, kH, gH, temperatura (no es estrictamente un parámetro químico, sino físico, pero también lo veremos en este apartado), amonio/amoniaco, nitrito, nitrato, fosfato, hierro, cloro, oxígeno, dióxido de carbono (CO2), potasio, etc...
Como no se suelen medir todos veremos algunos de los más habituales y en qué nos pueden ayudar para saber cómo está nuestro acuario.
La temperatura
Los peces ornamentales pueden ser de agua dulce o salada, y dentro de los de agua dulce los hay de agua caliente o tropicales y de agua fría.
Los peces de agua caliente están bien entre los 24 y los 26 grados. No es tan importante conseguir una temperatura concreta, siempre que se mantenga en ese rango, como que ésta no sufra oscilaciones bruscas, y esto es válido para todos los parámetros. Una excepción podrían ser los discos, que necesitan entre 28 y 30 ºC.
Los peces de agua fría se suelen mantener a temperatura ambiente, sin termocalentador – necesario en los anteriores – y algunos de ellos son capaces de soportar temperaturas bajísimas incluso bajo cero. Los más resistentes son los kois, aunque hay algunos cometas (Carassius) que también pueden mantenerse en estanques en exterior.
¿Pero por qué es importante la temperatura? Dejando aparte que ciertos organismos están preparados para vivir a unas temperaturas concretas, hay que saber que un aumento en la temperatura implica un aumento en el metabolismo, y esto se traduce por un lado en que el animal necesita comer más cantidad y más a menudo, que su tasa de crecimiento aumenta y que por ello su vida se acortará sensiblemente. Son por ejemplo las consecuencias de mantener peces de agua fría en agua caliente.
Por otro lado, una bajada brusca de temperatura suele provocar una bajada de defensas en los peces y les deja más vulnerables a enfermedades, entre ellas el conocido punto blanco.
Por último la temperatura afecta a la cantidad de oxígeno disuelto en el agua. Por cuestiones químicas en las que no vamos a entrar, cuando la temperatura del agua se eleva en verano, la concentración de oxígeno en ella disminuye; es una razón por la que es aconsejable poner un aireador en verano si no se tiene puesto durante el resto del año (siempre que no estemos inyectando CO2).
pH
Como la definición de pH puede ser complicada para gente no iniciada o sin conocimientos previos de química diremos que el pH nos indica con su valor si el agua es ácida, neutra o básica/alcalina. Este valor determina los peces que podemos mantener en nuestro acuario sin necesidad de tratar el agua con ningún compuesto corrector, ya sea en polvo, líquido o pastillas.
El pH se mide en una escala que va del 1 al 14. El punto medio, el 7, se considera que es un pH neutro. Los valores por debajo de 7 se consideran como un valor de pH ácido y por encima de 7 el valor del pH es básico o alcalino.
La mayoría de los peces que solemos encontrar en los comercios se encuentran cómodos en valores que rondan el 7 (6,5-7,5). Los americanos y asiáticos en rasgos generales prefieren aguas ácidas y blandas (éste término lo veremos después en el apartado de la dureza), mientras que los africanos de los lagos Malawi, Victoria y Tanganyka prefieren valores por encima, a veces MUY por encima, del 7,5. La excepción a esto son los cíclidos africanos fluviales que también prefieren las aguas ácidas/neutras.
En un test de gotas generalmente los valores ácidos se corresponden con colores amarillos, el neutro con el verde y los valores alcalinos con el color azul. Pero siempre dependerá de la marca.
Algo que debemos tener en cuenta es que el pH es un parámetro cuya escala es logarítmica. Esto se traduce en que un cambio de 1 punto no significa el doble sino 10 veces más. El agua a 5 de pH es 100 veces más ácida que a 7. Un pH 4 es 1000 veces más ácido que un pH 7. Y así sucesivamente. De ahí la importancia de su estabilidad y el evitar las fluctuaciones.
El pH se puede corregir subiéndolo o bajándolo con productos químicos aunque lo más aconsejable es adaptarnos al pH del agua que sale del grifo con el que hacemos los cambios de agua y elegir los peces en consecuencia si no queremos pasarnos la vida echando aditivos al acuario; a no ser que una subida o bajada de pH se deba a un hecho puntual y no sostenido en el tiempo.
kH/gH
El kH y el gH se refieren a la dureza del agua. El kH es la dureza de carbonatos y el gH es la dureza total o general. ¿Pero qué es la dureza? El agua no es solamente H2O. Lleva disueltas muchas sales (carbonatos, silicatos, fosfatos, nitratos... de sodio, magnesio, calcio...). La dureza en términos simples es la que nos indica la cantidad de sales disueltas en el agua, y además determinará otros valores (como el pH ya visto o la conductividad, que es la capacidad del agua de conducir la electricidad).
Por lo tanto es fácil comprobar que el valor de kH será siempre (salvo muy contadas excepciones) inferior al valor del gH ya que la primera está incluida en la segunda.
gH = kH + otras sales e iones
La relación entre la dureza y el pH es muy importante porque están íntimamente ligados. Por lo general una subida de kH implicará una subida y estabilización del pH, y de la misma manera una bajada de kH implicará una bajada y desequilibrio del pH. Un valor adecuado de kH, que en agua dulce podría ser de 3-4, es fundamental para evitar no sólo una bajada del pH sin que éste sufra oscilaciones. Y es especialmente importante si inyectamos CO2 para las plantas ya que éste consume kH y puede dejarnos la dureza a 0 y bajarnos mucho el pH.
La dureza se puede subir añadiendo sales o piedras calcáreas o con productos que hagan subir el pH, y se puede bajar haciendo cambios de agua con agua destilada o de ósmosis cuyo kH suele ser de 0.
Amonio/amoniaco, nitrito y nitrato. Ciclo del nitrógeno.
Entramos en una de las partes más complicadas para los no iniciados pero a su vez más importantes de la química del agua del acuario.
Cuando la materia orgánica (un pez, una hoja, la comida que les echamos) se descompone, se generan una serie de compuestos, entre ellos el amonio o amoniaco: NH4+ el primero, NH3 el segundo; podemos verlos de las 2 maneras ya que es casi el mismo compuesto y lo solemos encontrar fluctuando entre las 2 formas químicas. Es un compuesto bastante tóxico para los peces, suele estar presente al comienzo del ciclado del acuario (ya veremos qué es esto un poco más abajo) y es raro encontrarlo en acuarios maduros, que llevan mucho tiempo estables, salvo que se produzca una muerte masiva o haya algún ejemplar muerto que no veamos y no lo saquemos a tiempo del acuario.
Existen en la naturaleza varias especies de bacterias que se alimentan del amonio/amoniaco y como consecuencia de este consumo producen nitrito.
El nitrito (NO2) es otro compuesto fuertemente tóxico para nuestros peces que actúa uniéndose a la hemoglobina de la sangre e impide la capacidad de ésta de transportar oxígeno. Por lo tanto uno de los síntomas de tener nitrito en el acuario es que los peces se sitúan en la superficie intentando tomar aire (oxígeno) o que boquean aceleradamente, son señales de asfixia.
Otras especies de bacterias se encargan de consumir este nitrito y lo transforman en nitrato (NO3), un compuesto éste menos tóxico que los anteriores, aprovechable además por las plantas y las algas y que los peces pueden tolerar en cierta cantidad en el agua aunque no es nada aconsejable dejar que se acumule.
Los valores óptimos de amoniaco y nitrito en el agua de nuestro acuario es 0, y cualquier valor diferente suele llevarnos a problemas a corto, medio o largo plazo según sea este valor. Para el nitrato el valor tolerable está en los 10-15 mg/l (miligramos por litro) o ppm (partes por millón), si bien valores inferiores son mejores, y para las plantas el valor apropiado estaría en torno a 20 ppm.

Imagen de esta web en inglés
El amoniaco, nitrito y nitrato se pueden bajar con cambios de agua pequeños (10%) y frecuentes (cada día), y en el caso de los nitritos y amoníaco, además, añadiendo bacterias. Para los nitratos “persistentes” recurriremos a las resinas antinitratos.
El ciclado del acuario es el período en el que tras su montaje las bacterias se van asentando en el filtro, van formando colonias fuertes y estables y llegan al punto en que son capaces de eliminar el amoniaco y los nitritos presentes en el agua llevándolos a la forma de nitrato. Esto suele tardar alrededor de un mes aunque cada acuario lleva su ritmo, los hay que ciclan/maduran en 3 semanas, aunque lo más habitual es que el ciclado se alargue más que acortarse. Al principio el filtro estará acostumbrado a trabajar a un nivel basal porque lo único que habrá en el agua del acuario serán las plantas, que no necesitan esperar al ciclado. Pero conforme vayamos introduciendo peces estos niveles de amoniaco y nitrito que deben degradar las bacterias irán aumentando porque, además de que los peces comiencen a generar desechos al defecar, estamos añadiendo alimentación que en caso de no consumirse también se descompondrá. Por todo esto es importante no introducir en el acuario todos los peces definitivos de una sola vez sino hacerlo poco a poco para que las colonias de bacterias sean cada vez más grandes y eficientes.
Alrededor de los 6 meses desde el montaje es cuando el acuario alcanza su estabilidad en cuanto al ciclo del nitrógeno y el filtro se refiere si hemos seguido todos los pasos. Así vemos que un acuario estable y un acuario ciclado no es lo mismo.
Fosfatos
Los fosfatos (PO4) entran en el agua de nuestro acuario procedentes del agua del grifo y sobre todo de la comida que le damos a nuestros peces. También se puede añadir en líquido si nuestro acuario está muy plantado, tiene un alto consumo y es deficitario en fosfatos, pero esto es infrecuente. Solo le ocurre a acuaristas avanzados y especializados en paisajismo.
El valor óptimo del fosfato está en torno a 0,5 ppm. Este valor lo tomamos en referencia a los valores de nitrato del agua. Veremos por qué un poco más adelante. Un valor alto de fosfato se suele bajar con resinas antifosfato ya que los cambios de agua no son muy efectivos en este sentido, y sobre todo controlando la cantidad de comida que echamos al acuario y procurando que la comida congelada se descongele antes de echarla al acuario y suelte todo el agua que trae pues es una fuente importante tanto de nitratos como de fosfatos.
La relación nitratos/fosfatos y las algas
La relación entre los nitratos y los fosfatos es muy importante para mantener nuestras plantas sanas y nuestro acuario libre de algas.
El ratio entre ambos debe ser siempre constante. Los valores recomendados son 10-15 de nitrato y 0,5 de fosfato.
¿Por qué es importante esto? Porque cualquier desequilibrio entre ambos ya sea al alza o a la baja va a suponer la aparición de algas. Si tenemos los fosfatos muy bajos, pongamos 0,1 ppm, aunque el nitrato esté en 15, habrá un desequilibrio. Las algas aparecen muy rápido pero desaparecen despacio así que será mejor evitar lo primero.
Las algas más habituales son:
Alga verde punto.- Desequilibrio nitrato/fosfato, generalmente por un exceso de nitrato o defecto de fosfato. Se eliminan reequilibrando (añadiendo fosfato o bajando nitrato).
Alga verde filamentosa.- Nitrato bajo o fosfato alto. Lo contrario de las primeras. También son frecuentes en zonas de elevada corriente (por ejemplo la salida del filtro)
Alga unicelular (agua verde).- Exceso de luz. Difíciles de eliminar. Lo único realmente efectivo parece ser la lámpara UV.
“Algas” cianobacterias.- No son algas propiamente dichas sino un tipo especial de bacterias fotosintéticas. Su aparición se debe a un exceso de fosfato y una circulación de agua deficiente. Se recomienda controlar el fosfato y cambiar a un filtro más potente o redirigir la corriente de forma que no queden zonas muertas sin circulación de agua.
Algas marrones (diatomeas) con apariencia de polvo o posos de café que se quitan fácilmente. Aparecen por un exceso de silicatos. Muy frecuentes en acuarios nuevos y/o pobremente iluminados (por debajo de los 0,5 W/litro).
Algas rojas/marrones/negras tipo barba/pincel.- Son pelitos muy cortos y son las más difíciles de eliminar. Se recomienda cortar cualquier hoja donde veamos que aparece para evitar que se propague. Aparecen por exceso de hierro, desequilibrios en fosfatos (exceso/defecto), magnesio y calcio, y aguas duras.
Animales que nos ayudan en el control de algas:
Para algas incrustantes tipo punto o diatomeas: caracol manzana y cebra, otocinclus, ancistrus, plecos.
Para algas filamentosas y barba: zorro volador (Crossocheilus siamensis)
Las algas también se pueden controlar de forma química pero mientras no eliminemos el origen de su aparición (los desequilibrios de nitrato/fosfato, exceso de luz, etc.) no desaparecerán del todo.