Tag: "acuario"
Ficha Limnobium laevigatum
Nombre científico: Limnobium laevigatum
Nombre común: Trébol de agua
Dificultad: Fácil
Origen: América central y Sudamérica
Rango pH: 5-9
Rango dureza: 4-20ºgH
Rango temperatura: 15-30ºC
Crecimiento: Rápido
Posición: Flotante
Tamaño: Hojas de 5-10 cm
Iluminación: Media-alta
Abonado: No es necesario, aunque la raíz es más larga cuanto más nitrógeno (nitrato) hay presente. Consume abundante fosfato.
Propagación: Por división de la misma planta, estolones
Compatible con cíclidos grandes: Sí, aunque puede que se coman la raíz
Compatible con discos: Sí
Observaciones: Si la mantenemos en acuario no conviene que esté muy cerca de la luz pues puede quemarse. Si la mantenemos en estanque conviene guardar parte en interior en los meses de invierno porque no aguanta heladas. Es muy útil como refugio para las crías, entre sus largas raíces.
Ficha Nuphar japonica
Nombre científico: Nuphar japonica
Nombre común: Nenúfar japonés
Dificultad: Media
Origen: Asia
Rango pH: 5-8
Rango dureza: 4-20ºgH
Rango temperatura: 10-28ºC
Altura: 50-70 cm
Crecimiento: Moderado
Posición: Detrás
Iluminación: Alta
Abonado: Sustrato nutritivo, aporte general de macronutrientes (NPK) y refuerzo de hierro.
Propagación: Por división del rizoma
Puede emerger: No
Compatible con cíclidos grandes: No
Compatible con discos: No
Observaciones: Para acuarios grandes por sus dimensiones. También apta para estanque
La lámpara UV, ultravioleta o germicida
|
La lámpara ultravioleta es un medio para eliminar algas en suspensión y prevenir y tratar enfermedades que se utiliza en acuarios de agua dulce y salada y en estanque.
Suele constar de una bombilla de luz ultravioleta (UV-C, la más dañina) dentro de un tubo de cristal que la mantiene aislada del agua pero que es transparente a esos rayos UV.
¿Cómo funciona?
Distinguimos grosso modo 3 tipos de radiación UV: UVA, UVB y UVC. Seguramente las 2 primera nos suenen de los anuncios de bronceadores en verano. De las 3 la primera la sería la más inocua (sin perder de vista que ninguna de las 3 lo es), la segunda un poco más dañina y por último la UVC es la más peligrosa porque tiene mayor poder destructor. ¿Y qué destruye? La luz ultravioleta destruye el ADN. Lo hace cachitos, lo inutiliza, y sin el ADN la célula muere (la célula puede ser una bacteria, un virus, un alga o las células de nuestra piel). Así, las lámparas UV para acuario y estanque usan esta UVC para mantener el agua lo más limpia posible. Por esto hay que tener mucha precaución de no mirar a la luz de la lámpara ultravioleta directamente. Lo indicará en la caja que la compremos y en las instrucciones pero a pesar de eso quiero recordarlo aquí también.
¿Cómo la colocamos?
Aunque hay algunos filtros que la traen incorporada en su carcasa, normalmente en la zona del motor, lo más habitual es verla por separado. En todos los casos la lámpara tendrá un cable de alimentación propio para poder enchufarla y desenchufarla de forma independiente al filtro y que éste pueda seguir funcionando si no tenemos puesta la germicida.
La lámpara UV se coloca SIEMPRE a la salida del filtro. ¿Por qué? Por 2 motivos:
1.-Porque el agua debe estar ya filtrada y libre de impurezas cuando pase a través de la germicida. De nuevo ¿por qué es esto importante? Cuando el agua pasa a través del tubo y recibe la radiación ultravioleta de la bombilla, es más efectiva si no hay partículas por medio que hagan de pantalla a las posibles algas, esporas, bacterias o virus que queramos eliminar. Cuanta más cantidad de radiación reciban y durante más tiempo, más probabilidades tendremos de que se mueran o se destruyan. Si la bacteria, por ejemplo, que queremos eliminar está rodeada de otras partículas en suspensión, suciedad, desechos, lodo, etc., no le llegará la radiación ultravioleta suficiente y no quedará dañada o inutilizada, que es nuestro objetivo, volverá al agua de nuestro acuario y podrá infectar a nuestro peces.
2.- La lámpara ultravioleta mata todo lo vivo que pasa por ella y no discrimina. Si la colocamos antes del filtro, las bacterias beneficiosas que pasan del agua del acuario al filtro y se asientan allí formando o reforzando la colonia bacteriana que tan importante es en el ciclo del nitrógeno y en la salud del acuario, mueren. Así el filtro se debilitaría poco a poco hasta quedar reducido a la filración mecánica y química.
También se puede poner, si nuestro agua está libre de impurezas, directamente con una bomba que salga del acuario o sump a la lámpara y de ahí al acuario, aunque yo recomiendo que siempre que sea posible el agua pase antes por un filtro aunque sea mínimo para una mayor efectividad.
¿Cuántas horas tiene que estar encendida?
En este aspecto hay siempre debate entre aficionados, profesionales, fabricantes, tiendas... Por mi experiencia, la de mis compañeros de afición en estos 15 años, la de los clientes que he atendido a lo largo de unos 8 años en comercio especializado, y por todo lo que he leído al respecto, considero que una media de 3-4 horas al día es efectivo como medio preventivo de enfermedades y algas.
Una vez que nuestro acuario está infectado por algas o nuestros peces tienen una enfermedad (es decir, que los síntomas ya se han manifestado) lo mejor son unos días con la UV puesta las 24 horas. El número de días dependerá del grado de infección o de la invasión de algas.
En cualquier caso, si nos atenemos a las indicaciones del fabricante suele ser una buena decisión.
¿Cada cuánto se cambia la bombilla UV?
Como cualquier otra bombilla o tubo fluorescente, la vida de la bombilla ultravioleta no es infinita. Desde que la compramos y la ponemos empieza a perder potencia. La duración va a depender mucho del fabricante que escojamos. En la caja nos debe indicar las horas de vida útil que tiene. Así por ejemplo una bombilla con unas 1500 horas de vida media, si la usamos unas 4 horas al día - suficiente para desinfección general y prevención de algas - la bombilla nos durará alrededor de un año (1500 horas / 4 horas al día = 375 días).
A pesar de todo hay que tener en cuenta que cuantas más horas de uso, el porcentaje de radiación efectiva y dañina que emite va a ser más bajo así que a partir de ciertos meses de uso prácticamente es como si no la tuviésemos puesta.
Y hasta aquí las cuestiones sobre la lámpara ultravioleta. Recordad que podeis dejarnos vuestras dudas y comentarios debajo de esta publicación o en el formulario de contacto.
Cómo bajar la temperatura del acuario de forma casera
Estamos en una época en la que el calor ya empieza a apretar. A menos que tengamos aire acondicionado para que la temperatura ambiental no suba, o un enfriador para bajar la del acuario, tendremos que recurrir a medios un poco más caseros y económicos.
Algunas posibles soluciones son las siguientes:
- Abrir la tapa del acuario y ventilar bien. Si tenemos el acuario tapado, el aire que queda por encima de la superficie del agua no circula y el calor se acumula justo en esa zona. Al abrir o levantar la tapa propiciamos que el aire se mueva, se renueva por otro a diferente temperatura por lo general inferior, y menos cargado de humedad, lo que también contribuye a conservar el calor. Si la habitación donde se encuentra el acuario también está bien ventilada es una ayuda adicional.
- Ventiladores. Esta opción podemos añadirla al punto anterior. Cualquier tipo de ventilador vendrá bien, aunque lo más habitual es reciclar ventiladores de ordenador, que son pequeños, baratos y normalmente silenciosos, a los que conectamos un transformador a 6, 9, 12 voltios o los que correspondan. Es un brico sencillo.
- Cambios de agua. Realizar cambios de agua pequeños (5-10%) y frecuentes (a diario) como para bajar nitritos o nitratos es otro método eficaz para bajar algún grado a la temperatura del agua. Para ello es necesario que el agua que sale del grifo esté más fresquita que la del acuario. Unos pocos grados son suficientes, podemos dejarla correr unos segundos.
- Hielo. Pero no cubitos de hielo. Los que hacemos en la cubitera de casa suelen ser pequeños, no duran apenas, y acaban deshaciéndose, incorporando ese agua (tal como esté, con cloro, nitratos o lo que sea) a vuestro acuario. Lo que a mí me funciona mejor es meter una botella de agua al congelador y luego meterla al acuario. Dura mucho más, no nos añade agua y baja bastantes grados. Tened cuidado de que la botella esté bien limpia, sin restos de pegamento, sin etiquetas, y adecuad el tamaño de la botella a los litros de agua que tengais: si el acuario es pequeño como mucho una de 33 cl, si es un acuario grande podeis usar una de 1 litro, litro y medio o 2 litros.
Vigilad en cualquier caso, sobre todo en el último supuesto, que la variación de temperatura no sea muy extrema, no subáis o bajéis más de 2 ó 3 grados o vuestros peces enfermarán.
Plantas recomendadas para principiantes
Vamos a retomar las publicaciones con otra pregunta que me hacen muy a menudo: Es mi primer acuario y no tengo ni idea... ¿Qué plantas puedo meter?
Como lo más habitual es empezar con kits de acuario que vienen muy cortitos de luz (0,2-0,3 W/litro) vamos a poner plantas que no tengan grandes requerimientos lumínicos. Nos vamos a olvidar de momento de plantas tapizantes (Hemianthus callitrichoides "Cuba", Glossostigma elatinoides, entre otras) y de casi todas las plantas con tonos rojos (Alternantera reineckii, Rotala indica, Ludwigia palustris), porque necesitan mucha luz.
Para la parte posterior del acuario...
sería conveniente poner plantas de tallo, es decir, las que crecen sobre todo hacia arriba y apenas echan tallos laterales ni se expanden excesivamente a lo ancho. Nos cubrirán la parte posterior del acuario dando un aspecto más natural y ocultando el filtro, los tubos o el termocalentador que tengamos en esa zona. Algunos ejemplos son la ambulia (Limnophila sessiliflora), la vallisneria (Vallisneria spiralis, Vallisneria gigantea, Vallisneria americana...), la cola de zorro (Ceratophylllum demersum), o alguna higrófila resistente (Hygrophila polysperma, Hygrophila corymbosa en sus distintas variedades especialmente la angustifolia); y si tenemos algo más de luz, en torno a los 0,5 W/litro podemos intentarlo on las variedades más altas de echinodorus como la E.rigidifolius, E.ozelot o E.grandiflorus. Muchas de las mencionadas al principio del bloque crecerán rápidamente y, o bien emergerán si tienen fuerza, o bien si el tallo es blando como en la mayoría de las plantas acuáticas, quedará flotando la parte "sobrecrecida" por la superficie a modo de dosel. Éstas se han de podar por la parte de abajo, lo más cerca de la grava posible, por dos motivos: si podamos por arriba y la planta crece realmente rápido tendremos que volver a podar en pocos días, y como además muchas de ellas sacan un nuevo tallo lateral en el extremo cortado quedaría bastante antiestético si las cortamos por arriba. Si la planta es frondosa, como la ambulia debemos podar de vez en cuando para clarear porque puede llegar a impedirse a sí misma que le llegue la luz y hacer que pierda las hojas más bajas y acabe pudriéndose en tallo. Cortaremos unos cuantos tallos para asegurar que la luz llega a todos los que dejemos sin cortar, desde la base hasta las hojas de arriba.
En la zona media o laterales tenemos otras opciones como el helecho de Java (Microsorum pteropus), que según el tamaño del acuario también podemos colocar en la parte trasera, la espada del amazonas o Echinodorus amazonicus y otras del mismo género como E.quadricostatus, muchas de las criptocorines (Cryptocoryne balansae, Cryptocoryne wendtii) que si bien no suelen gozar de mucha popularidad por el verde más apagado o incluso marrón de sus hojas, también requieren de relativamente poca luz para mantenerse y crecer. Aquí podemos incluir también muchas de las anubias, de las más fáciles de mantener, como Anubias barteri, Anubias lanceolata, Anubias hastifolia... que son de crecimiento más bien lento pero que nos darán grandes satisfacciones por su resistencia.
La parte delantera del acuario podemos dejarla sin plantar de forma que los peces tengan una zona amplia de natación o bien poner plantas que se no crezcan demasiado en altura como la Anubias nana, alguna Cryptocorine pequeñita, la echinodorus más bajita del mercado (E.tenellus) o incluso podemos atrevernos con algo más complicado como Eleocharis parvula o Lilaeopsis novaezelandiae, siendo éstas dos de las consideradas tapizantes.
Para recubrir troncos o rocas podemos recurrir al musgo de Java, sujetándolo con hilo de coser o de nailon, si apretarlo demasiado para no ahogar su crecimiento pero de forma firme para que no se escape o algún pez nos lo mueva de sitio (atención en este caso a peces planos y/o de fondo como Ancistrus y Otocinclus que suelen quedar atrapados entre los hilos en su búsqueda de comida entre las fibras del musgo).
Una vez que hemos decidido qué plantas vamos a poner en nuestro acuario y las compramos, el siguiente paso es plantarlas.
Previamente debemos revisarlas en busca de posibles caracoles o sus puestas de huevos (éstas son gelatinosas y transparentes y pueden pasar desapercibidas al ojo inexperto). Y para mayor seguridad darles un baño de agua con unas gotitas de lejía o un chorrito de vinagre, pero solo tallo y hojas, dejando fuera las raíces que son lo más delicado. Quitamos la maceta, lana de roca, tarrina, plomos o cualquier cosa ajena a lo que es la planta en sí, que solo sirven para separar los manojos o porciones en la tienda. Tenemos ya la planta sin "accesorios" y recién lavada. Podemos cortar aproximadamente un tercio de la raíz si vemos que está muy larga y así la sanearemos y la planta cogerá más fuerza. Si no, la dejamos tal cual. Debemos enterrar toda la raíz y en ocasiones parte del tallo para asegurarnos que de quedan bien agarradas. A veces si el tallo es muy fino o la porción de planta que enterramos es pequeña es útil usar unas pinzas largas para sujetar los tallos y enterrarlos, por ejemplo con la Eleocharis parvula.
Es totalmente habitual que las plantas con poca o ninguna raíz se desentierren y floten. También si la grava es muy ligera o el grano muy grueso. No hay que desesperar, volvemos a enterrar las veces que haga falta hasta que la raíz esté lo suficientemente fuerte como para agarrarse al sustrato y quedarse fijada de forma definitiva. Una excepción al tema de enterrar la raíz es la anubia. Para este género de plantas es importante que el tallo y la parte superior de la raíz que es más verdosa queden por fuera la de grava/sustrato porque realizan la fotosíntesis y si no les llega luz se debilitan, el tallo se deshace y mueren en poco tiempo. Tampoco enterraremos anubias, helecho de Java o musgos si decidimos enraizarlos en troncos o rocas.
Por último debemos tener en cuenta que aunque las plantas no necesitan una aclimatación como los peces, sí tienen un periodo de adaptación al acuario (pH, temperatura, fotoperíodo, etc.) y es normal que pierdan parte de las hojas, o todas ellas, que se pongan feas, amarillentas o más débiles. Vamos a darles una tregua y no arrancarlas de primeras si las vemos así, a veces les lleva un tiempo el recuperarse y echar hojas nuevas. Las tendremos en observación y podemos hacerles una pequeña poda para sanear quitando las partes más débiles. Si la cosa va a más, las tiramos, pero si el empeoramiento para o se revierte y empiezan a crecer y echar brotes nos indicará que la planta se ha "hecho" a nuestro acuario y a partir de ahí, si todo va bien, seguirán su desarrollo satisfactoriamente.
(Próximamente ilustraré la publicación con fotos para ayudar a su comprensión).