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Plantas recomendadas para principiantes
Vamos a retomar las publicaciones con otra pregunta que me hacen muy a menudo: Es mi primer acuario y no tengo ni idea... ¿Qué plantas puedo meter?
Como lo más habitual es empezar con kits de acuario que vienen muy cortitos de luz (0,2-0,3 W/litro) vamos a poner plantas que no tengan grandes requerimientos lumínicos. Nos vamos a olvidar de momento de plantas tapizantes (Hemianthus callitrichoides "Cuba", Glossostigma elatinoides, entre otras) y de casi todas las plantas con tonos rojos (Alternantera reineckii, Rotala indica, Ludwigia palustris), porque necesitan mucha luz.
Para la parte posterior del acuario...
sería conveniente poner plantas de tallo, es decir, las que crecen sobre todo hacia arriba y apenas echan tallos laterales ni se expanden excesivamente a lo ancho. Nos cubrirán la parte posterior del acuario dando un aspecto más natural y ocultando el filtro, los tubos o el termocalentador que tengamos en esa zona. Algunos ejemplos son la ambulia (Limnophila sessiliflora), la vallisneria (Vallisneria spiralis, Vallisneria gigantea, Vallisneria americana...), la cola de zorro (Ceratophylllum demersum), o alguna higrófila resistente (Hygrophila polysperma, Hygrophila corymbosa en sus distintas variedades especialmente la angustifolia); y si tenemos algo más de luz, en torno a los 0,5 W/litro podemos intentarlo on las variedades más altas de echinodorus como la E.rigidifolius, E.ozelot o E.grandiflorus. Muchas de las mencionadas al principio del bloque crecerán rápidamente y, o bien emergerán si tienen fuerza, o bien si el tallo es blando como en la mayoría de las plantas acuáticas, quedará flotando la parte "sobrecrecida" por la superficie a modo de dosel. Éstas se han de podar por la parte de abajo, lo más cerca de la grava posible, por dos motivos: si podamos por arriba y la planta crece realmente rápido tendremos que volver a podar en pocos días, y como además muchas de ellas sacan un nuevo tallo lateral en el extremo cortado quedaría bastante antiestético si las cortamos por arriba. Si la planta es frondosa, como la ambulia debemos podar de vez en cuando para clarear porque puede llegar a impedirse a sí misma que le llegue la luz y hacer que pierda las hojas más bajas y acabe pudriéndose en tallo. Cortaremos unos cuantos tallos para asegurar que la luz llega a todos los que dejemos sin cortar, desde la base hasta las hojas de arriba.
En la zona media o laterales tenemos otras opciones como el helecho de Java (Microsorum pteropus), que según el tamaño del acuario también podemos colocar en la parte trasera, la espada del amazonas o Echinodorus amazonicus y otras del mismo género como E.quadricostatus, muchas de las criptocorines (Cryptocoryne balansae, Cryptocoryne wendtii) que si bien no suelen gozar de mucha popularidad por el verde más apagado o incluso marrón de sus hojas, también requieren de relativamente poca luz para mantenerse y crecer. Aquí podemos incluir también muchas de las anubias, de las más fáciles de mantener, como Anubias barteri, Anubias lanceolata, Anubias hastifolia... que son de crecimiento más bien lento pero que nos darán grandes satisfacciones por su resistencia.
La parte delantera del acuario podemos dejarla sin plantar de forma que los peces tengan una zona amplia de natación o bien poner plantas que se no crezcan demasiado en altura como la Anubias nana, alguna Cryptocorine pequeñita, la echinodorus más bajita del mercado (E.tenellus) o incluso podemos atrevernos con algo más complicado como Eleocharis parvula o Lilaeopsis novaezelandiae, siendo éstas dos de las consideradas tapizantes.
Para recubrir troncos o rocas podemos recurrir al musgo de Java, sujetándolo con hilo de coser o de nailon, si apretarlo demasiado para no ahogar su crecimiento pero de forma firme para que no se escape o algún pez nos lo mueva de sitio (atención en este caso a peces planos y/o de fondo como Ancistrus y Otocinclus que suelen quedar atrapados entre los hilos en su búsqueda de comida entre las fibras del musgo).
Una vez que hemos decidido qué plantas vamos a poner en nuestro acuario y las compramos, el siguiente paso es plantarlas.
Previamente debemos revisarlas en busca de posibles caracoles o sus puestas de huevos (éstas son gelatinosas y transparentes y pueden pasar desapercibidas al ojo inexperto). Y para mayor seguridad darles un baño de agua con unas gotitas de lejía o un chorrito de vinagre, pero solo tallo y hojas, dejando fuera las raíces que son lo más delicado. Quitamos la maceta, lana de roca, tarrina, plomos o cualquier cosa ajena a lo que es la planta en sí, que solo sirven para separar los manojos o porciones en la tienda. Tenemos ya la planta sin "accesorios" y recién lavada. Podemos cortar aproximadamente un tercio de la raíz si vemos que está muy larga y así la sanearemos y la planta cogerá más fuerza. Si no, la dejamos tal cual. Debemos enterrar toda la raíz y en ocasiones parte del tallo para asegurarnos que de quedan bien agarradas. A veces si el tallo es muy fino o la porción de planta que enterramos es pequeña es útil usar unas pinzas largas para sujetar los tallos y enterrarlos, por ejemplo con la Eleocharis parvula.
Es totalmente habitual que las plantas con poca o ninguna raíz se desentierren y floten. También si la grava es muy ligera o el grano muy grueso. No hay que desesperar, volvemos a enterrar las veces que haga falta hasta que la raíz esté lo suficientemente fuerte como para agarrarse al sustrato y quedarse fijada de forma definitiva. Una excepción al tema de enterrar la raíz es la anubia. Para este género de plantas es importante que el tallo y la parte superior de la raíz que es más verdosa queden por fuera la de grava/sustrato porque realizan la fotosíntesis y si no les llega luz se debilitan, el tallo se deshace y mueren en poco tiempo. Tampoco enterraremos anubias, helecho de Java o musgos si decidimos enraizarlos en troncos o rocas.
Por último debemos tener en cuenta que aunque las plantas no necesitan una aclimatación como los peces, sí tienen un periodo de adaptación al acuario (pH, temperatura, fotoperíodo, etc.) y es normal que pierdan parte de las hojas, o todas ellas, que se pongan feas, amarillentas o más débiles. Vamos a darles una tregua y no arrancarlas de primeras si las vemos así, a veces les lleva un tiempo el recuperarse y echar hojas nuevas. Las tendremos en observación y podemos hacerles una pequeña poda para sanear quitando las partes más débiles. Si la cosa va a más, las tiramos, pero si el empeoramiento para o se revierte y empiezan a crecer y echar brotes nos indicará que la planta se ha "hecho" a nuestro acuario y a partir de ahí, si todo va bien, seguirán su desarrollo satisfactoriamente.
(Próximamente ilustraré la publicación con fotos para ayudar a su comprensión).
El aireador, compresor o bomba de aire
Empiezo con este post una serie de publicaciones más prácticas que las anteriores, para dar respuesta a algunas de las preguntas que más frecuentemente me encuentro en el día a día.
¿Qué es un aireador?
Con este nombre o con alguno de los anteriores que aparecen en el título nombramos al aparato que produce aire mediante vibración de una membrana y que nos permite llevar este aire al acuario para:
1.- Mover el agua
2.- Romper la capa superficial del agua que está en contacto con el aire que hay inmediatamente por encima, y con esto...
3.- Aumentar el aporte de oxígeno al agua
¿Esto cómo se consigue?
De forma breve explicaré que, por motivos en los que no vamos a entrar, el agua tiene gran afinidad por el oxígeno. Es decir, "le gusta mucho" y en presencia de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) siempre tenderá a coger oxígeno y soltar CO2. De forma contraria, el aire tiene más afinidad por el CO2; y por tanto en abundancia de uno u otro siempre tenderá a "dar" oxígeno y "tomar" dióxido de carbono.Esto nos lleva al siguiente punto. De forma natural, en un acuario que hay peces, sobre todo si hay más que plantas o si éstas directamente están ausentes, tenderá a haber más dióxido de carbono, resultante de la respiración de los peces que es como la nuestra: toman oxígeno, expulsan CO2, y este queda en el agua. Si la comunicación entre agua y aire es buena, el CO2 tenderá a escapar y el oxígeno a entrar en el agua con lo que no habrá problema de suministro de oxígeno. PERO si por cualquier causa esta barrera está bloqueada, éste intercambio no se podrá dar, el CO2 se acumulará en el agua y finalmente puede que haya tanto que los peces, literalmente, se asfixien.
¿Por qué puede suceder este fenómeno y en qué momento se da? Es muy habitual cuando tenemos poco o nulo movimiento en superficie. Es aquí cuando podemos ver una capa o película de aspecto grasiento en la superficie del agua de nuestro acuario. Está formada sobre todo por proteínas procedentes de los restos de comida y otros procesos biológicos. Esta capa hace efectivamente de barrera entre el agua y el aire impidiendo que salga el CO2 del agua y que entre el oxígeno desde el aire.
¿Cómo evitarlo? Principalmente de dos formas: con un aireador, que es el tema de este artículo, o con la salida de agua del filtro. La primera opción es la que ya hemos explicado. La segunda consigue el mismo efecto pero sin burbujas. Si conseguimos que en la superficie se formen ondas o pequeñas olas según sale el agua del filtro - interno o externo - ahí estamos propiciando el intercambio de gases. Si lo que tenemos es un filtro de mochila, el efecto es muy parecido al del aireador ya que la cascada está continuamente rompiendo la superficie agua-aire facilitando el intercambio de gases entre éstas.
¿Dónde se coloca el aireador? ¿Cómo produce la cortina de burbujas?
El aireador en sí es el compresor, la bomba de aire. Es un aparato que se enchufa a la red eléctrica y que debe estar SIEMPRE fuera del acuario. No va nunca dentro del acuario como el filtro o el calentador.
En cuanto a su posición con respecto al acuario, siempre es mejor colocarlo por encima, y en el caso que deba ir por debajo es mejor que esté lo menos alejado posible del borde del acuario ya que cuanta más distancia de tubo tenga que recorrer el aire hasta llegar al difusor, más fuerza perderá, obtendremos menos caudal de aire, y también se acortará la vida media de la bomba.
Del aireador obtenemos normalmente 1 ó 2 salidas de aire - los hay de más - a las que conectaremos un tubo o macarrón que suele tener un grosor estándar de 4/6 (4 milímetros interior, 6 milímetros exterior) y que a su vez va unido a un difusor; éste puede ser desde una piedra cilíndrica o con otras formas, tipo piedra pómez con poros muy finos que son los que dejan salir el aire, a un trozo de madera también con poros, hasta un tubo de plástico, goma o caucho perforado o una "figurita de acción" (no son de mi estilo pero haberlas haylas).
Encuentro interesante, o más que eso casi indispensable, el uso de una válvula antirretorno en el tubo/macarrón. Es un cilindro de plástico que en su interior tiene un mecanismo muy simple que deja pasar el aire en un sentido pero no en el otro. Impide el retorno del aire en dirección opuesta. Es una piececita que no cuesta mucho más de un euro y que nos puede evitar una pequeña-gran catástrofe en un futuro. Me explico: cuando el aireador mete aire en el acuario ejerce una presión sobre el agua que, en caso de que en algún momento se fuese la luz en casa o desenchufásemos el aireador sin darnos cuenta y éste dejase de funcinonar, ejercería una fuerza en sentido contrario arrastrando con ella el agua fuera del acuario. ¡Adios parquet!
¿Es necesario tener aireador? ¿Tiene que estar siempre enchufado?
He aquí la pregunta estrella.
La respuesta es NO. No es necesario tener aireador. Y si se tiene, no hace falta tenerlo siempre enchufado. Aunque por supuesto si se quiere poner como parte de la decoración del acuario porque nos gusta ver la cortina de burbujas saliendo del difusor, su uso queda con ello justificado.
Yo recomiendo tener aireador, aunque no esté conectado habitualmente, para dos casos concretos (seguramente hay más pero para mí éstos son los principales):
- En verano. Cuando la temperatura de nuestro acuario sube porque, aún estando el calentador desconectado, la temperatura ambiente es tan alta que sube hasta los 30 o 32ºC (hablo de la zona centro de la Península Ibérica; obviamente en el resto del territorio español o en el extranjero las condiciones serán diferentes según el clima), el aireador es una gran ayuda porque a) aumenta la concentración de oxígeno en el agua, que con esas temperaturas suele disminuir bastante y b) con el movimiento del agua aumenta la evaporación y con ello podremos bajar algún grado la temperatura de la misma. Veremos en otras publicaciones ésta y otras maneras de bajar la temperatura del agua del acuario.
- Para los acuarios de cuarentena/enfermería o en cualquier momento que tengamos que medicar a un pez enfermo. Cuando un pez está enfermo y necesita tratamiento, ya sea en una urna aparte o sea en el propio acuario porque haya más peces infectados, suele estar más débil que de costumbre, con las defensas bajas, y puede costarle más trabajo respirar. También los medicamentos pueden producirle o agravarle este efecto. Para ayudarle en su recuperación y que las energías que tenga las dedique a curarse y no a seguir sobreviviendo es muy bueno ponerle un aireador. Es como si le colocáramos una mascara de oxígeno.
También podemos plantearnos si es bueno o malo tener aireador en un acuario plantado.
Es importante tener en cuenta que el proceso mayoritario y de más peso en una planta es la fotosíntesis, mediante el cual toma CO2 y lo utiliza para sintetizar o producir compuesto orgánicos que son su comida, produciendo como "desecho" oxígeno que libera a la atmósfera en el caso de las plantas terrestres y al agua en el caso de las plantas acuáticas.
Cuando ponemos un aireador, según lo que ya hemos visto, estamos facilitando que el CO2 se escape del agua al aire y que entre al agua. No tendría entonces sentido ponerlo en un acuario muy plantado, con una gran demanda de CO2. Ni que decir tiene cuando lo estamos inyectando de forma externa con un sistema de CO2 ya sea de presión o no. Estaríamos perdiendo con el aireador lo que metemos por otro lado con el equipo de CO2. Tampoco en uno poco o medianamente plantado si vemos que las plantas frenan su crecimiento - que puede ser debido a muchos factores pero éste es uno de ellos.
Un último aspecto a tener en cuenta es el efecto de la cantidad de O2/CO2 presente en el agua en el pH del acuario.
Por reacciones químicas entre el CO2, el agua, el oxígeno, y algún otro compuesto de carbono de los presentes en el acuario, cuando aumenta la cantidad de CO2 en el agua (si lo añadimos nosotros, si tenemos superpoblación de peces y pocas plantas) el pH irá bajando; en función de la dureza de carbonatos (kH) bajará más o menos. Y por el mismo motivo pero a la inversa, al aumentar el oxígeno en el acuario (muchas plantas realizando la fotosíontesis, el uso del aireador) el pH subirá. Como subir el pH es más difícil que bajarlo normalmente no llegará a niveles peligrosos, como ocurriría con el primer proceso, y sí que puede ser un buen aliado en algunos casos (muy útil en marino).
Creo que con esta publicación quedan aclarados todos los puntos concernientes al uso del aireador en el acuario, pero si se os ocurren más no dudéis en poneros en contacto conmigo por si puedo ayudaros a solucionarlas.