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Procedimiento a seguir con las plantas de acuario recién compradas
Ésta es otra de las preguntas frecuentes que me he encontrado con los años. Hemos comprado las plantas de acuario en nuestra tienda de confianza. ¿Y ahora qué? ¿Cómo las planto? ¿Las pongo tal cual o les quito la maceta? Muy fácil, sigue estos sencillos pasos.
1. Revisión
Cuando llegues a casa saca las plantas de la bolsa o del contenedor donde vengan. Asegúrate de que están todas bien. Puede llegar alguna hoja rota por el transporte, entra dentro de lo normal. Podemos dejarla o cortarla.
2. Retirar el material
Si vienen en manojo de plomo, quítales el plomo y la gomaespuma que suele llevar debajo. Quédate sólo con la planta.
Si vienen en maceta de plástico, retira la maceta y - con mucho cuidado de no romper las raíces - la lana de roca que las envuelve. Cuanta más quitemos mejor, porque aunque les sirve de sujección mientras están en la tienda o proveedor, a la larga asfixiará la raíz si no se la quitamos.
Si vienen en maceta de barro quizá quieras dejarla por comodidad, o por estética. Por mi experiencia, retírala también. Recuerda: quédate solo con la planta tal cual, raíz, tallo, hojas.
3. Limpieza. Caracoles.
Puedes cortar alguna hoja si ves que está muy fea. Si la raíz es muy larga también puedes recortar aproximadamente 1/3 del total para sanearla y estimular su crecimiento. Si hay algas visibles en las hojas las puedes limpiar con un paño húmedo o una esponja.
Revisa en busca de caracoles o puestas de caracol. Las tiendas suelen tener cuidado para que no los haya pero una sola puesta que pase desapercibida puede llenar las plantas de caracoles en poco tiempo y luego son muy tediosos de eliminar. Revisa si es posible hoja por hoja, especialmente por el envés (la parte de abajo). Los caracoles suelen ser visibles, sea cual sea su tamaño. Las puestas se esconden más porque son como gelatina transparente, y dependiendo del estado de desarrollo del embrión en el huevo se ven puntitos del tamaño de la punta de un alfiler dentro de esa masa gelatinosa. Retira con los dedos todos los que veas, y como prevención puedes pasar la planta, excepto la raíz, por un baño de agua con un chorrito de vinagre o unas gotitas de lejía. Tras el baño, acláralas con agua del grifo, siempre dejando fuera la raíz.
4. Plantación
Es el momento de plantarlas. Elige el lugar donde va a ir cada una. Es importante ponerlas desde el principio en su lugar definitivo porque a las plantas no les gusta que las anden sacando de su sitio y moviendo a otro; pueden resentirse y morir.
Para la mayoría de plantas es suficiente con hacer un hueco en la grava/sustrato, meter la parte de la raíz en él y taparla con la cantidad que queda alrededor del hueco. Si la planta no tiene raíz, o tiene muy poca, o en ocasiones aunque tenga raíz puede flotar. Intenta colocar alguna piedra pequeña o tronco en las proximidades para que la "sujete" mientras la planta enraíza. Cuanta mayor profundidad de grava/sustrato tengamos, m,ás fácil será que la planta agarre.
Algunas plantas como las anubias, necesitan que el tallo y la parte más verde de la raíz quede por fuera de la grava/sustrato o si no se pudrirán. También es más difícil que agarren al estar tan poco sujetas, pero dales tiempo, lo harán.
Con los bulbos es similar. Algunos hay que enterrarlos del todo, aunque de forma superficial, y otros deben ir enterrados solo hasta la mitad o si no no brotan, o peor aún, se pudren y se mueren.
Con las tapizantes es necesario, por lo general, sujetarlas con un poco de hilo o una malla a la roca o tronco donde queramos que enraice. Lo explicaremos de forma más detallada en otro post. Si se trata de una tapizante que no enraíza en roca sino en grava/sustrato, basta con repetir el proceso de plantado explicado más arriba pero en porciones de unos cuantos tallos (1/5 ó 1/6 del total), no la maceta completa. También publicaremos este procedimiento más adelante.
5. Plantas in vitro
Otra opción que está cada vez más presente en el mercado es el de las plantas in vitro. Vienen en pequeñas tarrinas con un gel nutritivo que les proporciona todo lo que necesitan hasta el momento de su venta y hace que aguanten más tiempo en este recipiente.
Para estas plantas el procedimiento es más sencillo si cabe. El gel viene libre de caracoles así que no nos tenemos que preocupar de buscar puestas. Simplemente hay que eliminar con cuidado el gel con un poco de agua - mejor si no está clorada - y una vez sin gel plantarlas de la forma habitual.
Si tienes cualquier duda, pregunta en tu tienda antes de llevarte las plantas cómo plantarlas, cómo podarlas, etc. También puedes dejarnos aquí tus dudas y comentarios.
Consejos para eliminar y controlar las algas
Cuando en mi trabajo me piden "algo para las algas" siempre les digo lo mismo: tengo productos para eliminar o contrarrestar las algas en un momento dado, pero si no eliminas el origen de esas algas seguirás peleando con ellas para siempre.
¿Por qué aparecen las algas? Generalmente por exceso y/o descompensación de nutrientes y por exceso y/o mala calidad de luz. Por tanto mejorando las condiciones de estos dos factores mejorarán e incluso desaparecerán las algas.
Nutrientes
Lo primero es limitar la cantidad de comida que echamos a los peces. Un porcentaje muy alto de los usuarios de acuarios sobrealimenta, echa demasiada comida, que acaba en el fondo, se descompone - empeorando de paso la calidad de agua - y dando lugar a un nivel elevado de nitratos y fosfatos. También hay que reconocer que no todas las comidas producen la misma cantidad de éstos cuando se descomponen pero eso sería un tema más extenso.
Cuanta menos comida echemos a nuestro acuario, sin hacer pasar un hambre exagerada a nuestros peces, mejor. Habrá menos desechos y las algas lo tendrán difícil. Yo siempre recomiendo un día de ayuno a la semana, si no mantenemos especies excesivamente grandes, depredadoras o agresivas.
También hemos dicho que la descompensación de nutrientes hace que nos salgan algas. No es necesario que el nitrato y el fosfato estén por las nubes para que tengamos algas. Si uno está muy alto y el otro muy bajo, o los 2 muy bajos, puede que también aparezcan. Los valores que conviene tener como referencia son 10-20 ppm de nitratos y 0,1-0,2 de fosfatos. Mientras se mantenga esa proporción será menos probable que tengamos algas en el acuario.
Si tenemos un exceso de cualquiera de los 2 es posible disminuirlo mediante cambios de agua pequeños (5-10%) y frecuentes (diarios o cada 2 días). Si los valores fuesen exageradamente altos siempre podemos recurrir a colocar en el filtro una resina antinitratos o antifosfatos y dejar que hagan su magia. ¡Ojo! La mayoría de las resinas tienen una capacidad de absorción limitada. Cuando llegan al punto de saturación hay que cambiarlas o regenerarlas.
Un método sencillo y natural para retirar nutrientes, aunque a veces más lento de lo que nos gustaría, es añadir plantas naturales a nuestro acuario. Si tenemos pocas - o ninguna - es más probable que tengamos algas. Las plantas y las algas son competidoras por nutrientes, luz y CO2, así que si hay mayor cantidad de plantas, especialmente de crecimiento rápido, habrá menos algas. Consulta las plantas más indicadas para principiantes.
Por último, una solución casi indispensable cuando tenemos alga verde en suspensión (parece puré de guisantes) es poner una lámpara UV, ultravioleta o germicida. Suele ser necesario ponerla de forma externa, y no es una solución barata, aunque sí muy efectiva. La veremos en profundidad en próximos artículos.
Luz
La cantidad y calidad de luz en nuestro acuario es algo crítico a la hora de mantener plantas naturales y de combatir contra las algas. Éstas suelen salir por exceso de luz, ya sea por intensidad o por horas (fotoperíodo), o por mala calidad de luz. Los fluorescentes con el tiempo pierden intensidad, y el espectro de luz que nos ofrecían al principio se va deteriorando. Al cabo de un año aproximadamente ya no es ni el 50% de lo que era al principio.
Mantener un nivel de luz acorde con lo que tenemos dentro del acuario es importante. Si optamos por pocas plantas y que además sean poco exigentes con la luz, podemos arreglárnoslas con 0,3-0,4 W/litro. Si tenemos algo más de planta, lo suficiente para un acuario convencional, convendría tener 0,4-0,7 W/litro. Y si nos gustan los acuarios bien plantados, con plantas rojas, tapizantes, etc., lo conveniente será0,7-1,0 W/litro. Las temperaturas de color estarán entre 4000 y 9000 grados Kelvin. Veremos este tema más adelante.
¿Cómo calculamos la proporción de luz que tenemos en nuestro acuario? Muy fácil: dividimos la cantidad de watios de luz de nuestros tubos entre la cantidad de litros (mejor netos) de nuestro acuario. Ejemplo:
Un acuario estándar con un tubo de 18W y 60 litros brutos (tras la decoración, grava, filtro, se quedará en unos 50 litros netos o útiles) tendrá una proporción de:
18/50 = 0,36 W/litro
Lo que nunca debemos hacer es intentar compensar la intensidad de luz con las horas que está encendido el fluorescente (o halógeno, o LED). Más de 8 horas es, aparte de un gasto más de electricidad, un exceso que no nos aporta en proporción ninguna ventaja al crecimiento o la salud de la planta. Muchas horas de luz, o un fluorescente con muchas horas de uso es receta casi segura para la aparición de algas.
Probad a modificar estos parámetros si teneis algas en el acuario y contadme vuestra experiencia.
Cuidados del betta en recipientes sin filtro
El betta o pez luchador del Siam es uno de los peces más vendidos, según mi experiencia, como los neones, escalares, guppies y ovovivíparos en general, y peces de fondo (corydoras, plecos, ancistrus...).
Además de su vistosas aletas y bonito colorido, es un pez resistente que aguanta condiciones que otros peces no aguantarían. Por ello, es el único que recomendaría mantener en recipientes pequeños - a veces de 2 ó 3 litros o incluso menos - sin filtro ni calentador. Si bien es preferible que esté en un acuario equipado con todo esto, muchas veces es inevitable que acabe en jarrones de cristal y peceras de bola, con alguna vara de bambú y unas piedrecitas de colores en el fondo (es un ejemplo). Yo personalmente prefiero que sea un betta y no un pez de agua fría tipo cometa naranja el que viva en un recipiente así, aunque si al betta pudiera evitárselo también lo haría.
Dejando esto claro, vamos a ver qué cuidados necesita este pez para que su vida sea lo más larga y exenta de sufrimientos posible.
Debido a que en estos recipientes no hay filtro que mantenga el agua en condiciones higiénicas, vamos a tener que ser nosotros los que hagamos su función. Es conveniente cambiar el agua una o dos veces en semana. NUNCA cambiaremos la totalidad del agua, sino el 50%. NO vamos a sacar el pez, puede estresarse y enfermar. Lo más sencillo es preparar en un cubo, jarra u otro recipiente la cantidad de agua que vayamos a renovar y añadir el anticloro o acondicionador. Procuraremos que esté a temperatura ambiente, o lo más parecida posible a la que el pez tenga en su acuario. Dejamos unos 15 ó 20 minutos para que el anticloro haga su trabajo y elimine las sustancias nocivas del agua que estamos preparando. A continuación retiramos con un vaso o un tubo, o con lo que mejor nos apañemos, la mitad del agua del acuario de nuestro betta, y la remplazamos con el agua que tenemos ya preparada, limpia. Intentaremos que si tenemos grava en el fondo no se remueva demasiado, pues nos puede generar amoníaco.
La alimentación del betta debe ser cuidadosa, sobre todo porque al no tener filtro cualquier resto de comida que deje el betta se descompondrá y ensuciará el agua, no solamente aumentando la posibilidad de que nos salgan algas sino que se generará gran cantidad de amoníaco y nitrito. Una vez al día es suficiente. Le daremos la cantidad suficiente para que se la coma en un minuto, y no más. Si queremos darle más veces al día repartiremos la ración diaria en varias, no la multiplicaremos. Iremos conociendo las necesidades de nuestro pez con el tiempo, y veremos si es suficiente o si deja la comida porque le hemos echado demasiada; reduciremos la cantidad en la siguiente toma. Tampoco pasa nada si un día a la semana lo dejamos sin comer. (NOTA: Esto es válido siempre y cuando el pez se encuentre sano. Si tiene cualquier tipo de enfermedad o está en tratamiento puede que sean necesarias otras pautas.)
Un signo de que nuestro betta no está bien es que se encuentre inactivo y no suba a la superficie a comer, o que tenga las aletas pegadas, o deshilachadas. Como medida preventiva, el cambio de agua es un buen aliado; pero recuerda, NUNCA cambiamos todo el agua. Sin embargo no debemos alarmarnos si lo vemos tumbado en el suelo o en la hoja de una planta porque si la temperatura es baja tiende a estar bastante aletargado, como dormido, apenas se mueve durante el día más que para comer y a veces ni eso. Si la temperatura sube - por ejemplo en verano ya que al no tener calentador depende de la temperatura ambiental de la habitación - estará más activo, su metabolismo se acelera y se mueve más, come más, incluso se enfrentará a su reflejo en el cristal extendiendo sus aletas y abriendo los opérculos pensando que es otro macho el que ve en su reflejo, y puede hacer un nido de burbujas.
Lo de las aletas sí es más definitivo. Un betta sano tiene las aletas completas, semiabiertas - no siempre abiertas del todo - sin arañazos, agujeros, deshilachamiento o partes faltantes, sin puntos (parásitos) o manchas (bacterias, hongos) ni pelitos (hongos). Cualquier desperfecto que le veamos, y que nos haga sospechar debemos consultarlo cuanto antes con algún especialista, un amigo, un dependiente de una tienda especializada, etc. Cuanto antes cojamos las enfermedades antes podremos tratarlas y tendremos mayores posibilidades de éxito/curación.
Otras enfermedades frecuentes en el betta son las heridas por peleas, si no están solos en el acuario y conviven con otros/as bettas o peces que muerdan aletas; ojos hinchados; desperfectos en la boca como bultos, manchas o mandíbula desencajada; vientre hinchado (hidropesia o hidropesía). Es también habitual que el vientre hinchado - aparte de otras enfermedades más graves - surja por una obstrucción intestinal. En este punto recomiendo no pasarse con la larva de mosquito congelada a la hora de la alimentación. Es un bocado exquisito para nuestro betta y la comería día y noche pero es bastante indigesta para ellos porque la cutícula (piel) que recubre la larva, así como sus mandíbulas, son muy duras y a veces se les "atascan" en el intestino. Por ello mejor no darla más de 1 ó 2 veces en semana. Si nos da problemas para comer y no quiere el alimento seco, es mejor recurrir a la artemia aunque no sea tan nutritiva, porque no da tantos problemas. Si la obstrucción no es muy severa se puede intentar dar al betta con sumo cuidado una gotita de aceite de oliva en la boca, sacándolo unos instantes del agua o aprovechando el momento que sube a la superficie para inocularle esa gota en el momento que abre la boca para comer.
Espero que con estas breves indicaciones consigais tener un betta sano y feliz durante al menos un par de años.
Cómo montar el acuario. Pasos.
En esta publicación no encontraremos cómo construir un acuario sino cómo y dónde colocarlo, qué introducir, cómo y cuándo una vez que está colocado, etc.
En primer lugar, antes de comprar el acuario, o en su defecto cuando lo hemos comprado y llevado a casa, debemos pensar dónde colocar el acuario. Seguramente ya tenemos una idea de dónde lo queremos poner, pero aún así hay varias cosas a tener en cuenta:
- Escoger de antemano el sitio definitivo del acuario. Cambiarlo de sitio una vez montado es difícil y peligroso para el propio acuario, más cuánto más grande es. Los acuarios pequeños se podrían mover algo mejor, por cuestiones de peso, pero tampoco es recomendable porque el cristal de la base se puede romper por diferencia de presiones por la grava y/o el agua que hay por encima; al manipularlo además podríamos darle algún golpe accidentalmente.
- El acuario debe apoyar completamente sobre la superficie que hayamos escogido para ponerlo, no puede "volar" parte de él. La diferencia de presiones en los distintos puntos del acuario que están o no apoyados hace que el cristal de abajo sufra y tenga muchas más posibilidades de romperse. Y no queremos 30, 60, 100 o más litros de agua por el suelo de nuestra vivienda ¿verdad?
- Es bastante aconsejable colocar algún material entre el acuario y el mueble/superficie en la que se apoye. Puede ser corcho normal, corcho blanco o unas planchas de material parecido a las esterillas de yoga, o las de acampada que se colocan bajo el saco de dormir, como un neopreno o similar. Esto estabilizará y asentará mucho mejor el acuario y equilibrará las presiones.
- Es fundamental que la superficie en la que vaya colocado debe estar bien nivelada.
- En cuanto a la situación del acuario dentro de la habitación, conviene que no sea cerca de un radiador, pues nos será más difícil controlar la temperatura; tampoco en un sitio de paso, puede suponer mucho estrés para los peces ver pasar continuamente sombras que no reconocen o tener ruidos inesperados, niños que golpean el cristal, y otros. Debería estar alejado de aparatos electrónicos, especialmente si el acuario está abierto (sin tapa) porque produce bastante condensación especialmente en verano, y la humedad no les beneficiaría nada. Mejor que esté alejado de ventanas u otras zonas que proporcionen luz directa. Toda iluminación que no podamos controlar (es decir, de la que no sepamos la intensidad o las horas de luz que va a dar a nuestro acuario) suele acabar en un acuario verde, pero de algas, no de plantas.
- A efectos prácticos, lo colocaremos en un lugar donde lo vayamos a disfrutar - no en una habitación donde no pasemos nunca -, que tenga enchufes cerca (se necesita un mínimo de 3) y con un grifo u otra fuente de agua accesible, para que los cambios de agua nos resulten menos engorrosos.
Ahora que sabemos dónde lo vamos a poner, empezamos el montaje. (Próximamente con ilustraciones)
Antes de nada, el acuario debe estar bien limpio. Podemos lavarlo simplemente con agua abundante. Si tiene algún resto que no salga con facilidad, se puede usar vinagre, o como mucho algo de lejía diluída en agua siempre que al final enjuaguemos bien todo. No recomiendo el uso de jabones o detergentes ni ningún otro tipo de productos químicos que puedan quedar en el acuario cuando lo llenemos de agua. Siempre hay que asegurarse muy bien de que lo aclaramos bien y no hay ningún tipo de sustancia nociva, que no huele a nada.
También es el momento de poner el fondo decorativo. A menos que sea un fondo para el interior del acuario, éste se coloca en la parte de atrás. Lo más habitual es que se trate de un vinilo o una cartulina; lo colocaremos siempre por la parte de fuera, con un poco de celo, agua jabonosa o productos comerciales específicos para ello (muy fáciles de usar y que después no dejan residuos cuando se quitan). Asímismo se podría pintar en este momento la parte de atrás del acuario si no se quiere usar un fondo de vinilo o similar, con una pintura acrílica. Normalmente el acuario queda lo suficientemente pegado por la parte de atrás a la pared como para que resulte difícil poner el fondo después y no suele quedar tan bien así que recomiendo dejar hecho este paso antes de llenarlo definitivamente.
Otra recomendación es revisar que el acuario no tenga ninguna grieta, por pequeña que sea, por donde pueda romperse un cristal (puede tener rayaduras si el acuario es de segunda mano pero nunca deberán ser suficientemente profundas para que nos cause un problema al llenarlo ) o fallos en el siliconado de las juntas.
A continuación, con el acuario preparado y limpio, procedemos a colocarlo en el lugar deseado, con su correspondiente aislante entre acuario y mueble/superficie.
Debemos lavar la grava - es lo general, a no ser que el fabricante lo especifique en el envase. Simplemente del transporte, aunque viniese limpia y lavada, la fricción de unos granos con otros suele producir un polvillo que luego puede pasar al agua y dejarla turbia. Así nos anticipamos al problema. Si vamos a poner sustrato nutritivo debajo, éste no requerirá lavado. Pondremos el sustrato debajo y la grava encima. Para evitar que por el frente o los costados se vea la diferencia entre los 2 materiales, que serán casi seguro de distinto color y granulometría (tamaño de grano), dejaremos aproximadamente un dedo de grosor sin sutrato nutritivo, desde el cristal hacia dentro, tanto en los laterales como en el frente, y si lo deseamos también por atrás, aunque normalmente esta zona no se va a ver y será donde se acumule la mayor densidad de plantas. Si el acuario estuviese visto por los 4 lados sí que habría que dejar este "cordón de seguridad" sin sustrato en la parte trasera. Rellenaremos con grava estos pequeños surcos que hemos dejado entre el cristal y el sustrato y luego continuaremos rellenando con la misma por encima del sustrato nutritivo. Recuerda: el sustrato tal y cual, y la grava bien lavada.
Un pequeño truco para que el suelo del acuario no se vea tan plano y monótono es dejar menos centímetros de grava delante y "acumular" más por atrás, de forma que haya una pequeña pendiente. Le dará profundidad visualmente y tendremos el mayor grosor de grava+sustrato en la parte donde seguramente coloquemos más cantidad de planta natural.
A continuación llenamos el acuario con agua. Para no alterar la grava y/o el sustrato de debajo, nos serviremos de un plato o algún otro recipiente plano, o nos podemos ayudar de otra persona y que ésta ponga la mano para que amortigüe la caída del agua. Colocamos el plato o recipiente sobre la superficie de la grava y dejamos caer en él el agua del cubo/manguera/jarra con cuidado para que no se remueva nada. Cuando ya hayamos llenado aproximadamente la mitad del acuario podemos prescindir del plato y seguir llenando normalmente, aunque con suavidad, si bien yo recomiendo dejarlo hasta el final y retirarlo suavemente cuando el acuario esté lleno.
El agua que utilizaremos puede ser del grifo, de pozo, mineral, de ósmosis... dependiendo de nuestras necesidades y disponibilidad. No olvideis de que, siempre que useis agua del grifo, debeis añadir anticloro/acondicionador en la dosis que indique el fabricante. Suele venir indicado en mililitros/litro, o gotas/litro, dependiendo de la concentración de cada uno. En este primer momento no es importante la temperatura a la que esté el agua aunque sí habrá que tenerlo en cuenta cuando sus habitantes estén ya dentro.
En este momento, o antes del llenado, podemos plantar (cuando sea planta natural el agua sí deberá estar a temperatura adecuada) o añadir decoración (troncos, rocas, etc.).
Entramos ahora en la parte más técnica, aunque no por ello más complicada. Hay que colocar los siguientes aparatos:
El filtro
Es lo más importante de nuestro acuario.
Si nuestro filtro es interno solamente tendremos que meterlo dentro del acuario, sacar el cable por alguna ranura en la tapa (suele venir recortada en los kits de acuario comerciales) y enchufar. Es posible que al princpio le cueste "arrancar", o que haga ruido o que eche muchísimas burbujas; esto es porque la esponja y demás material filtrante aún no están saturados de agua, tiene que empaparse, y porque el rotor, que es la parte del filtro que impulsa el agua, puede estar algo atascado si lleva mucho tiempo parado desde su fabricación. Déjalo funcionar unos minutos, o desechufa y vuelve a enchufar un par de veces y el problema se solucionará por sí mismo.
Si el filtro es de mochila o cascada, lo colocaremos sobre el borde del acuario como nos indiquen las instrucciones y seguramente tendremos que cebarlo. ¿Esto qué significa? Que hay que darle un pequeño empujón - no literal - para que la bomba sea capaz de subir el agua a través del tubo de absorción. Asegúrate primero de que el nivel del acuario llega al mínimo que indique el fabricante; cuanto más bajo esté más le costará a la bomba del filtro tomar el agua del acuario. Si el nivel es correcto, añade con una jarra u otro recipiente similar un poco de agua en la cubeta del filtro. Verás que el agua empieza a subir poco a poco por el tubo hacia el filtro y la bomba expulsa las burbujas de aire que anteriormente estaban dentro de éste, hasta que conseguimos que el agua salga de forma regular por la cascada.
Si el filtro es externo, colocaremos en nuestro acuario los tubos de aspiración y expulsión nuevamente como nos indique el fabricante en las instrucciones. Ten en cuenta que la práctica totalidad de los filtros externos están diseñados para trabajar por debajo del nivel de agua del acuario con el fin de aprovechar la fuerza de caída del agua y no hacer trabajar tanto a la bomba. Por este motivo deberemos saber antes de nada dónde va a ir colocado el filtro, para calcular la longitud de las mangueras de subida y bajada de agua, así como para saber por dónde pasarán los tubos (muchos de los muebles de acuario llevan en la parte posterior una parte perforada para ello). Y también por este motivo tendremos problemas para hacerlo funcionar al mismo nivel del acuario. Los filtros externos también necesitarán cebado, es decir, tendremos que conseguir que el tubo de aspiración se llene de agua por primera vez, así que si éste no es automático - muchos filtros de última generación lo tienen - tendremos que recurrir a nuestros pulmones (aspirar o soplar por el tubo de salida del agua, jugando con las presiones) o bien rellenar manualmente el tubo de entrada con una jarra lo máximo que podamos antes de meter de nuevo esta parte en el acuario. Para facilitarnos las cosas, llenaremos primeramente de agua la cubeta del filtro, por completo. Una vez lleno y cebado lo conectamos a la electricidad, no antes. Si hacemos a la bomba trabajar en seco lo más seguro es que se estropee antes de tiempo y no lo cubra la garantía. Veremos salir las primeras burbujas y poco a poco saldrá el chorro de agua.
La iluminación
Generalmente viene ya instalada de fábrica así que no entraremos de momento en este tema. Sólo indicar que mientras el acuario está ciclando no es necesaria la luz. Si metemos plantas naturales sí deberemos ponerla; 8 horas al día serán suficientes. Es indiferente la franja horaria en que se encienda la luz, pero las 8 horas de luz deben de ser seguidas. Si solamente tenemos peces, con encenderlo el ratito que estemos en casa para poder verlos será suficiente. Los peces ajustan sus ciclos día/noche con la claridad que vean de las ventanas, y nos evitaremos una invasión de algas.
El termocalentador
En esta entrada del blog, quedó bastante bien explicado el tema. Recordamos entonces solo 3 puntos básicos:
1.- Mientras no haya plantas naturales o peces en el acuario no es necesario encenderlo/enchufarlo.
2.- Habrá que ponerlo unas 24-48 horas antes de introducir cualquiera de ellos ya que le lleva un tiempo calentar según la cantidad de agua y la diferencia de temperatura con el ambiente que tenga que modificar. Y principalmente porque habrá que calibrarlo, usando un termómetro que nos indique la temperatura exacta que nos está dando y ajustando de nuevo la tempratura al valor que queremos conseguir antes de que lleguen los primeros habitantes
3.- Cuidado con la electricidad y el agua. Con el termocalentador conviene tener cuidado y secarse bien las manos antes de enchufarlo; desenchufarlo con un tiempo prudencial antes de sacarlo del acuario o de hacer un cambio de agua porque se puede romper y/o estallar por el exceso de temperatura de la resistencia y el cristal cuando está en funcionamiento; no tocar directamente con la mano la parte del cristal que recubre la resistencia; y comprobar de vez en cuando su correcto funcionamiento en previsión de roturas y derivaciones.
Una vez montado el acuario solo nos queda esperar a que madure/cicle, ir analizando parámetros para ver su progreso e ir eligiendo qué especies vamos a meter cuando esté listo. Feliz espera.
El aireador, compresor o bomba de aire
Empiezo con este post una serie de publicaciones más prácticas que las anteriores, para dar respuesta a algunas de las preguntas que más frecuentemente me encuentro en el día a día.
¿Qué es un aireador?
Con este nombre o con alguno de los anteriores que aparecen en el título nombramos al aparato que produce aire mediante vibración de una membrana y que nos permite llevar este aire al acuario para:
1.- Mover el agua
2.- Romper la capa superficial del agua que está en contacto con el aire que hay inmediatamente por encima, y con esto...
3.- Aumentar el aporte de oxígeno al agua
¿Esto cómo se consigue?
De forma breve explicaré que, por motivos en los que no vamos a entrar, el agua tiene gran afinidad por el oxígeno. Es decir, "le gusta mucho" y en presencia de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) siempre tenderá a coger oxígeno y soltar CO2. De forma contraria, el aire tiene más afinidad por el CO2; y por tanto en abundancia de uno u otro siempre tenderá a "dar" oxígeno y "tomar" dióxido de carbono.Esto nos lleva al siguiente punto. De forma natural, en un acuario que hay peces, sobre todo si hay más que plantas o si éstas directamente están ausentes, tenderá a haber más dióxido de carbono, resultante de la respiración de los peces que es como la nuestra: toman oxígeno, expulsan CO2, y este queda en el agua. Si la comunicación entre agua y aire es buena, el CO2 tenderá a escapar y el oxígeno a entrar en el agua con lo que no habrá problema de suministro de oxígeno. PERO si por cualquier causa esta barrera está bloqueada, éste intercambio no se podrá dar, el CO2 se acumulará en el agua y finalmente puede que haya tanto que los peces, literalmente, se asfixien.
¿Por qué puede suceder este fenómeno y en qué momento se da? Es muy habitual cuando tenemos poco o nulo movimiento en superficie. Es aquí cuando podemos ver una capa o película de aspecto grasiento en la superficie del agua de nuestro acuario. Está formada sobre todo por proteínas procedentes de los restos de comida y otros procesos biológicos. Esta capa hace efectivamente de barrera entre el agua y el aire impidiendo que salga el CO2 del agua y que entre el oxígeno desde el aire.
¿Cómo evitarlo? Principalmente de dos formas: con un aireador, que es el tema de este artículo, o con la salida de agua del filtro. La primera opción es la que ya hemos explicado. La segunda consigue el mismo efecto pero sin burbujas. Si conseguimos que en la superficie se formen ondas o pequeñas olas según sale el agua del filtro - interno o externo - ahí estamos propiciando el intercambio de gases. Si lo que tenemos es un filtro de mochila, el efecto es muy parecido al del aireador ya que la cascada está continuamente rompiendo la superficie agua-aire facilitando el intercambio de gases entre éstas.
¿Dónde se coloca el aireador? ¿Cómo produce la cortina de burbujas?
El aireador en sí es el compresor, la bomba de aire. Es un aparato que se enchufa a la red eléctrica y que debe estar SIEMPRE fuera del acuario. No va nunca dentro del acuario como el filtro o el calentador.
En cuanto a su posición con respecto al acuario, siempre es mejor colocarlo por encima, y en el caso que deba ir por debajo es mejor que esté lo menos alejado posible del borde del acuario ya que cuanta más distancia de tubo tenga que recorrer el aire hasta llegar al difusor, más fuerza perderá, obtendremos menos caudal de aire, y también se acortará la vida media de la bomba.
Del aireador obtenemos normalmente 1 ó 2 salidas de aire - los hay de más - a las que conectaremos un tubo o macarrón que suele tener un grosor estándar de 4/6 (4 milímetros interior, 6 milímetros exterior) y que a su vez va unido a un difusor; éste puede ser desde una piedra cilíndrica o con otras formas, tipo piedra pómez con poros muy finos que son los que dejan salir el aire, a un trozo de madera también con poros, hasta un tubo de plástico, goma o caucho perforado o una "figurita de acción" (no son de mi estilo pero haberlas haylas).
Encuentro interesante, o más que eso casi indispensable, el uso de una válvula antirretorno en el tubo/macarrón. Es un cilindro de plástico que en su interior tiene un mecanismo muy simple que deja pasar el aire en un sentido pero no en el otro. Impide el retorno del aire en dirección opuesta. Es una piececita que no cuesta mucho más de un euro y que nos puede evitar una pequeña-gran catástrofe en un futuro. Me explico: cuando el aireador mete aire en el acuario ejerce una presión sobre el agua que, en caso de que en algún momento se fuese la luz en casa o desenchufásemos el aireador sin darnos cuenta y éste dejase de funcinonar, ejercería una fuerza en sentido contrario arrastrando con ella el agua fuera del acuario. ¡Adios parquet!
¿Es necesario tener aireador? ¿Tiene que estar siempre enchufado?
He aquí la pregunta estrella.
La respuesta es NO. No es necesario tener aireador. Y si se tiene, no hace falta tenerlo siempre enchufado. Aunque por supuesto si se quiere poner como parte de la decoración del acuario porque nos gusta ver la cortina de burbujas saliendo del difusor, su uso queda con ello justificado.
Yo recomiendo tener aireador, aunque no esté conectado habitualmente, para dos casos concretos (seguramente hay más pero para mí éstos son los principales):
- En verano. Cuando la temperatura de nuestro acuario sube porque, aún estando el calentador desconectado, la temperatura ambiente es tan alta que sube hasta los 30 o 32ºC (hablo de la zona centro de la Península Ibérica; obviamente en el resto del territorio español o en el extranjero las condiciones serán diferentes según el clima), el aireador es una gran ayuda porque a) aumenta la concentración de oxígeno en el agua, que con esas temperaturas suele disminuir bastante y b) con el movimiento del agua aumenta la evaporación y con ello podremos bajar algún grado la temperatura de la misma. Veremos en otras publicaciones ésta y otras maneras de bajar la temperatura del agua del acuario.
- Para los acuarios de cuarentena/enfermería o en cualquier momento que tengamos que medicar a un pez enfermo. Cuando un pez está enfermo y necesita tratamiento, ya sea en una urna aparte o sea en el propio acuario porque haya más peces infectados, suele estar más débil que de costumbre, con las defensas bajas, y puede costarle más trabajo respirar. También los medicamentos pueden producirle o agravarle este efecto. Para ayudarle en su recuperación y que las energías que tenga las dedique a curarse y no a seguir sobreviviendo es muy bueno ponerle un aireador. Es como si le colocáramos una mascara de oxígeno.
También podemos plantearnos si es bueno o malo tener aireador en un acuario plantado.
Es importante tener en cuenta que el proceso mayoritario y de más peso en una planta es la fotosíntesis, mediante el cual toma CO2 y lo utiliza para sintetizar o producir compuesto orgánicos que son su comida, produciendo como "desecho" oxígeno que libera a la atmósfera en el caso de las plantas terrestres y al agua en el caso de las plantas acuáticas.
Cuando ponemos un aireador, según lo que ya hemos visto, estamos facilitando que el CO2 se escape del agua al aire y que entre al agua. No tendría entonces sentido ponerlo en un acuario muy plantado, con una gran demanda de CO2. Ni que decir tiene cuando lo estamos inyectando de forma externa con un sistema de CO2 ya sea de presión o no. Estaríamos perdiendo con el aireador lo que metemos por otro lado con el equipo de CO2. Tampoco en uno poco o medianamente plantado si vemos que las plantas frenan su crecimiento - que puede ser debido a muchos factores pero éste es uno de ellos.
Un último aspecto a tener en cuenta es el efecto de la cantidad de O2/CO2 presente en el agua en el pH del acuario.
Por reacciones químicas entre el CO2, el agua, el oxígeno, y algún otro compuesto de carbono de los presentes en el acuario, cuando aumenta la cantidad de CO2 en el agua (si lo añadimos nosotros, si tenemos superpoblación de peces y pocas plantas) el pH irá bajando; en función de la dureza de carbonatos (kH) bajará más o menos. Y por el mismo motivo pero a la inversa, al aumentar el oxígeno en el acuario (muchas plantas realizando la fotosíontesis, el uso del aireador) el pH subirá. Como subir el pH es más difícil que bajarlo normalmente no llegará a niveles peligrosos, como ocurriría con el primer proceso, y sí que puede ser un buen aliado en algunos casos (muy útil en marino).
Creo que con esta publicación quedan aclarados todos los puntos concernientes al uso del aireador en el acuario, pero si se os ocurren más no dudéis en poneros en contacto conmigo por si puedo ayudaros a solucionarlas.