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¿Qué hago? Mi aireador hace pocas burbujas o muy grandes
Aunque ya hemos tratado antes el tema del aireador, esta duda puede surgir en cualquier momento.
Si tu aireador ya no echa tantas burbujas como antes o son más grandes que al principio, te recomiendo que revises varias cosas:
- El aireador suele llevar una especie de esponjita o fieltro en la parte de abajo que hace de "atrapapolvo" para que el aire que toma la bomba y que después impulsa esté lo más limpio y libre de partículas posible. Éste se puede saturar, impidiendo que la bomba coja aire adecuadamente y también que pueda expulsarlo. Échale un ojo. Si está muy saturado puede que necesite una limpieza o que haya que cambiarlo - sí, también se pueden encontrar recambios para ese fieltro, especialmente en las marcas que llevan más años en el mercado-. Con un lavado con agua y jabón, y dejándolo secar antes de volver a ponerlo, puede que se solucione el problema.
- El difusor está taponado. Con el paso del tiempo, el disfusor también se atasca, se llena de suciedad, o de sal si lo usamos en agua salada. Aparte de salir menos aire lo que suele pasar es que las burbujas son más gruesas porque intenta salir la misma cantidad de aire por menos poros. Aquí también tenemos varias opciones: podemos cambiarlo, ya sea piedra o madera, por uno nuevo; o podemos intentar meterlo en vinagre un tiempo, o cocerlo, o meterlo al microondas un minuto. Normalmente esto permite que la suciedad se despegue o se diluya y el difusor pueda seguir dándonos servicio durante un tiempo. Aunque normalmente, con el precio que tienen, podemos permitirnos comprar uno nuevo, es menos engorroso.
- Puede que la membrana esté rota. El aireador consigue sacar el aire porque hay una membrana en su interior que vibra, accionada por el motor, y "empuja" el aire con cada vibración. Para comprobarlo tendríamos que abrir el aparato. suele llevar unos tornillos en la parte de abajo, bastante fáciles de quitar. Lo complicado suele ser cambiar esa membrana y devolverle la estanqueidad al volverlo a cerrar. Si no estáis muy seguros o si el aparato está en garantía, podéis acercaros a la tienda para que lo revise un profesional y/o os lo cambie si procede por otro nuevo.
Filtración en el acuario de agua dulce
Esta publicación será un poco más extensa, pero me parecía necesaria.
Vamos a ver qué es la filtración del acuario, por qué es importante, qué tipos de filtración hay, todas las dudas que puedan surgir respecto a este tema
El filtro es el aparato que colocamos bien dentro del acuario, bien fuera pero en conexión con el mismo, que hará que el agua, una vez haya pasado a través del material que contenga, salga más limpia y en buenas condiciones para la supervivencia de los seres que haya en el acuario. Dicho así suena muy rimbombante pero estoy segura de que muchos de vosotros ya sabéis lo que es un filtro o tenéis una mínima noción. Sobre todo si habéis llegado hasta aquí. Lo habréis oído también como depuradora o bomba. Con todos estos nombres nos referimos a lo mismo.
¿Qué tipos de filtros encontramos en el mercado?
Fundamentalmente 3 tipos de filtros: filtros internos, filtros externos y filtros de mochila.
Filtro interno
Los filtros internos son los que, como su nombre indica, van dentro del acuario, dentro del agua. Generalmente se trata de una bomba/motor de mayor o menor potencia/caudal, a la que va unido un contenedor con el que está conectada. Dentro de este contenedor podemos encontrar desde una simple esponja a varios compartimentos con esponja, canutillo cerámico, carbón, zeolita, resinas, etc. El funcionamiento de estos filtros es simple: el agua entra en el contenedor a través de unas ranuras, atraviesa todo el material filtrante y gracias a la fuerza que ejerce la bomba retorna al acuario.
En este caso es importante que el filtro esté completamente dentro del agua, así como las ranuras, por dos motivos: 1.- El agua que rodea la bomba le sirve como refrigerante; si una bomba se calienta mucho se puede estropear, su vida útil disminuye considerablemente. Y 2.- Si entra aire en el filtro, especialmente en la bomba, no filtra bien, y el motor de nuevo puede resultar dañado porque al funciomar "en seco" se recalienta; y como extra, suena, con la consiguiente molestia. Este tipo de filtros llevan a veces un tubo/macarrón conectado a la salida del filtro. Si el extremo opuesto del macarrón queda fuera del agua esto permitirá que el aire salga a través de la salida del filtro en burbujitas (efecto Venturi). Es de gran ayuda si necesitamos oxigenar el agua y no tenemos un aireador.
Otra variante del filtro interno es el filtro de caja y el filtro de esponja. Estos 2 tipos se usan poco, y solo en ciertas condiciones: acuario de enfermería, acuarios con muy muy poca carga biológica - como puede ser una pareja de peces no muy grandes, o unas cuantas gambitas -, acuarios de engorde con cambios de agua diarios. Es filtro de caja es simplemente eso, una caja de plástico que se puede rellenar con el material que queramos. Funciona con un aireador. El compresor mete aire a presión a través de un tubo hasta la caja que contiene el material, y con esa misma fuerza impulsa el agua fuera del filtro, haciendo a su vez que agua nueva entre dentro de la caja. El filtro de esponja consta de un tubo más o menos grueso, recubierto en parte con una esponja, y funciona del mismo modo que el anterior, accionado por un aireador o bomba de aire.
Por último podríamos incluír aquí el filtro de placas, más que nada a título informativo, ya que está prácticamente en desuso como medio de filtración. Consta de una serie de placas de plástico con toda la superficie de rejilla. Se colocan justo debajo de la grava y/o sustrato del acuario. En un punto concreto se inserta una "chimenea" (un tubo rígido transparente) y se hace pasar a través de él el agua, impulsada por un aireador o una bomba de agua (en este caso se les llama powerhead o cabeza de poder, es una variante de la bomba normal). El agua puede pasar a través del tubo hacia abajo, hacia las rejillas que están en el fondo, y salir a través de ellas hacia arriba de nuevo al acuario, o bien en sentido inverso, mediante "succión" de la bomba desde la chimenea, hacer que el agua pase del acuario hacia abajo a las rejillas, fluya por el fondo y vuelva a salir al acuario por la chimenea arriba. La idea es que las bacterias colonizasen la parte inferior de las placas y aprovechasen la corriente continua de agua para obtener los nutrientes, pero se ha comprobado que este filtro contribuye más a acumular suciedad bajo las placas que no se puede eliminar después, más que ayudar a la filtración del agua.
Filtro externo
Los filtros externos se llaman también filtros de botella. Tienen distintas partes:
- Una bomba, cabeza o motor. Es donde se encuentra la bomba que acciona el filtro. Suele ser compacta y poco accesible. Aunque un usuario avanzado y sin miedo puede desmontarlo y ver lo que hay en su interior, lo más habitual es llegar sólo a la parte del rotor (sobre todo porque aparte de poder romperlo nos quedamos sin la garantía del fabricante). El rotor es una pieza, más bien un conjunto de piezas; a saber: el eje, por lo general cerámico, se rompe con facilidad al manipularlo (¡cuidado!), aunque también puede ser metálico; las aspas, tienen forma de molinillo, si alguna de ellas se rompe el filtro pierde bastante potencia y suele ser una de las averías más habituales; el imán, va unido a las aspas y junto con éstas está insertado en el eje, es lo que permite el movimiento; los topes, que suelen ser dos taponcitos de goma uno a cada lado del eje, sujetan el conjunto, lo fijan y evitan el movimiento de "cabeceo" que tantos ejes ha roto.
- El cuerpo o contenedor. Sería el equivalente al contenedor del que hemos hablado en el filtro interior. Suele ser de plástico duro, de forma cilíndrica o cuadrangular, y parcial o totalmente opaco. En su interior el material puede ir suelto, o lo que es más habitual, en cestillas.
- El cierre. Puede ser desde unos simples clips a un complejo sistema de cierre. Es muy variable. Es el encargado de mantener sujetos y juntos la cabeza y el cuerpo del filtro.
- Las "boquillas" de entrada y salida del filtro. Están o bien las 2 en la cabeza o una en la cabeza y otra en la base del cuerpo. Son las que permiten la entrada y salida de agua al filtro, que se hará a través de las mangueras.
- Las mangueras o tubos. Suelen ser de color gris o verde, aunque también pueden ser de tipo corrugado en color negro. El material es flexible y la longitud variable. en la mayoría de los filtros suelen variar entre 1,5 y 2 metros tanto de bajada (el agua que va del acuario al filtro) como de subida (el agua que sale del filtro y retorna al acuario). Los grosores más habituales son 9/12, 12/16 y 16/22; están expresados en milímetros e indican el tamaño interior y exterior del tubo respectivamente. El grosor depende del tamaño del filtro, especialmente de la potencia de la bomba. Suelen ser del mismo grosor ambas, o en el caso de que sean diferentes la de entrada será siempre de mayor grosor que la de salida para evitar que el filtro se quede sin agua en algún momento. Si se rompe la estanqueidad, el filtro deja de funcionar correctamente y se puede averiar con facilidad. Para que el agua llegue fácilmente al filtro nos ayudamos de la fuerza de la gravedad; ésta hace que el agua del acuario baje al filtro con más fuerza. Es la razón por la que prácticamente todos los filtros externos deben situarse por debajo de la columna de agua del acuario. Cuanta más diferencia de altura haya entre ambos, con más fuerza caerá el agua hacia el filtro y menos tendrá que trabajar la bomba. La manguera que toma el agua del acuario y la lleva al filtro suele llevar en su extremo (el que queda dentro del acuario) una rejilla para evitar que la fuerza de succión arrastre peces pequeños y se cuelen en el filtro, o también piedrecitas que podrían deteriorar el mecanismo. La otra manguera, por la que sale el agua limpia de nuevo hacia el acuario puede acabar en un simple tubo, en una flauta (tubo perforado), en un pico de pato, etc.
En mi opinión el filtro externo será siempre la mejor opción, debido a que obtenemos mayor potencia de bomba y mayor volumen de material filtrante (ya veremos por qué esto es importante). También suelen ser los más cómodos de limpiar y los que limpiamos con menos frecuencia gracias a su capacidad. Si bien suele ser la opción más cara, con el debido mantenimiento nos durará muchos años y obtendremos una calidad de agua inmejorable, lo que se traduce en menos peces muertos, menos algas, etc.
Filtro de mochila
El filtro de mochila, o de cascada, es una especie de filtro externo. Es una cajita de plástico con un tubo de absorción de agua y una cascada que devuelve el agua al acuario. Va colgado detrás o en un lateral, quedando el tubo y la cascada hacia dentro del acuario y el resto de la caja por fuera. Es una opción buena para acuarios de pequeño y mediano tamaño porque no ocupa demasiado espacio dentro del mismo, tenemos una bomba bastante decente, una muy buena oxigenación del agua ya que la cascada está continuamente rompiendo la superficie del agua y facilitando el intercambio de gases, y si bien la cantidad de material filtrante no es excesiva, es algo más económico que el filtro externo.
¿Por qué es importante la filtración?
Porque sin ella se acumulan en el acuario una serie de sustancias nocivas para nuestros animales. El filtro, aparte de eliminar las partículas en suspensión del agua o el color que toma por la presencia de troncos, de medicamentos, etc., alberga la mayor parte de la colonia de bacterias que son las que nos mantienen el agua bien, las que permiten la vida en el acuario, las que degradan los compuestos más tóxicos y los acaban transformando en otros menos nocivos. Son como el corazón, el hígado y los pulmones de nuestro cuerpo. Es uan parte fundamental del acuario. Por eso, por muy pequeño que sea el acuario/urna/pecera, por muy pocos peces, gambas o caracoles que pensemos mantener, es más que aconsejable poner algún tipo de filtración. Las posibilidades de que las cosas acaben bien en lugar de acabar en tragedia aumentan.
Tipos de filtración
Diferenciamos 3 tipos de filtración principales que pueden o no estar presentes en todos los filtros: filtración mecánica, filtración biológica y filtración química.
La filtración mecánica es la que se encarga de retener partículs más o menos gruesas, más o menos finas, para evitar que pasen a otras fases de filtración. Se suele encontrar en primer lugar, y puede ser cualquier tipo de material, aunque los más habituales son la esponja, el perlón y las mallas. Según el tamaño del poro de cada uno de ellos (también llamado luz) retendrán partículas de un determinado tamaño y dejarán pasar las que sean inferiores a ese tamaño. Así encontraremos desde las esponjas más gruesas hasta las mallas más finas. Algo a tener en cuenta es que si el poro es demasiado fino será muy eficaz atrapando partículas pero se saturará mucho antes y habrá que limpiarla o remplazarla con mayor asiduidad. Sin embargo si el poro es muy grueso tardará muchísimo en saturarse y taponarse pero puede dejar pasar partículas demasiado gruesas que nos impedirían una buena filtración biológica o química, o si carecemos de éstas, retornarían al acuario. Por eso una solución es poner algo de poro medio o bien poner varias etapas de filtración mecánica una tras otra de poro cada vez más fino (por ejemplo, primero una esponja y después perlón).
La filtración biológica es la que se ocupa de degradar y transformar los desechos orgánicos en otros menos tóxicos y a la vez aprovechables para las plantas. Si conocemos el ciclo del nitrógeno entenderemos perfectamente qué es lo que hace este tipo de filtración. El material que se utiliza para la filtración biológica generalmente es de tipo poroso, o cualquier forma que ofrezca gran cantidad de superficie para que se asienten las colonias de bacterias, como canutillo cerámico o biobolas.
Los materiales filtrantes no siempre tienen una sola función, es decir, no realizan un solo tipo de filtración, sino que suelen realizar varias simultáneamente. Por ejemplo: las bolas cerámicas o los canutillos cerámicos realizan filtración biológica pero a su vez, al estar apilados o amontonados unos contra otros forma una especie de trama que también retiene algunas partículas gruesas, lo que sería filtración mecánica.
Por último la filtración química lo que hace es retirar del agua compuestos químicos que no nos interesa que estén ahí, como pueden ser tintes de troncos (taninos), medicamentos, hormonas o toxinas que puedan segregar los seres del acuario, etc. Generalmente este tipo de filtración la realizarán materiales como el carbón, la zeolita o las resinas. También tienen cabida en nuestro filtro, y se suelen colocar en las últimas etapas de filtración para que el agua pase limpia de residuos, porque así es más fácil eliminar el componente químico, además de que el material que utilicemos no se saturará de suciedad y será más eficiente. Tienen una capacidad limitada de absorción así que habrá que eliminarlos y/o sustituirlos cada cierto tiempo.
Hay otros tipos de filtración que se usan en menor medida y con mayor precaución como son el ultravioleta (lámpara UV o germicida) y el ozono. Son bastante "destructuvos". Por ejemplo el UV destruye el ADN de cualquier ser vivo - algas, bacterias, virus - que pase por él (se usa en forma de bombilla o fluorescente englobado en una carcasa opaca, a través de la cual se hace pasar el agua ya filtrada), y desestabiliza la estructura de muchos compuestos inertes. El ozono es un potente oxidante que puede llegar a quemar si por un descuido llegase al agua del acuario. Eso sí, son muy muy eficaces, pero como digo hay que usarlos con cuidado.
El aireador, compresor o bomba de aire
Empiezo con este post una serie de publicaciones más prácticas que las anteriores, para dar respuesta a algunas de las preguntas que más frecuentemente me encuentro en el día a día.
¿Qué es un aireador?
Con este nombre o con alguno de los anteriores que aparecen en el título nombramos al aparato que produce aire mediante vibración de una membrana y que nos permite llevar este aire al acuario para:
1.- Mover el agua
2.- Romper la capa superficial del agua que está en contacto con el aire que hay inmediatamente por encima, y con esto...
3.- Aumentar el aporte de oxígeno al agua
¿Esto cómo se consigue?
De forma breve explicaré que, por motivos en los que no vamos a entrar, el agua tiene gran afinidad por el oxígeno. Es decir, "le gusta mucho" y en presencia de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) siempre tenderá a coger oxígeno y soltar CO2. De forma contraria, el aire tiene más afinidad por el CO2; y por tanto en abundancia de uno u otro siempre tenderá a "dar" oxígeno y "tomar" dióxido de carbono.Esto nos lleva al siguiente punto. De forma natural, en un acuario que hay peces, sobre todo si hay más que plantas o si éstas directamente están ausentes, tenderá a haber más dióxido de carbono, resultante de la respiración de los peces que es como la nuestra: toman oxígeno, expulsan CO2, y este queda en el agua. Si la comunicación entre agua y aire es buena, el CO2 tenderá a escapar y el oxígeno a entrar en el agua con lo que no habrá problema de suministro de oxígeno. PERO si por cualquier causa esta barrera está bloqueada, éste intercambio no se podrá dar, el CO2 se acumulará en el agua y finalmente puede que haya tanto que los peces, literalmente, se asfixien.
¿Por qué puede suceder este fenómeno y en qué momento se da? Es muy habitual cuando tenemos poco o nulo movimiento en superficie. Es aquí cuando podemos ver una capa o película de aspecto grasiento en la superficie del agua de nuestro acuario. Está formada sobre todo por proteínas procedentes de los restos de comida y otros procesos biológicos. Esta capa hace efectivamente de barrera entre el agua y el aire impidiendo que salga el CO2 del agua y que entre el oxígeno desde el aire.
¿Cómo evitarlo? Principalmente de dos formas: con un aireador, que es el tema de este artículo, o con la salida de agua del filtro. La primera opción es la que ya hemos explicado. La segunda consigue el mismo efecto pero sin burbujas. Si conseguimos que en la superficie se formen ondas o pequeñas olas según sale el agua del filtro - interno o externo - ahí estamos propiciando el intercambio de gases. Si lo que tenemos es un filtro de mochila, el efecto es muy parecido al del aireador ya que la cascada está continuamente rompiendo la superficie agua-aire facilitando el intercambio de gases entre éstas.
¿Dónde se coloca el aireador? ¿Cómo produce la cortina de burbujas?
El aireador en sí es el compresor, la bomba de aire. Es un aparato que se enchufa a la red eléctrica y que debe estar SIEMPRE fuera del acuario. No va nunca dentro del acuario como el filtro o el calentador.
En cuanto a su posición con respecto al acuario, siempre es mejor colocarlo por encima, y en el caso que deba ir por debajo es mejor que esté lo menos alejado posible del borde del acuario ya que cuanta más distancia de tubo tenga que recorrer el aire hasta llegar al difusor, más fuerza perderá, obtendremos menos caudal de aire, y también se acortará la vida media de la bomba.
Del aireador obtenemos normalmente 1 ó 2 salidas de aire - los hay de más - a las que conectaremos un tubo o macarrón que suele tener un grosor estándar de 4/6 (4 milímetros interior, 6 milímetros exterior) y que a su vez va unido a un difusor; éste puede ser desde una piedra cilíndrica o con otras formas, tipo piedra pómez con poros muy finos que son los que dejan salir el aire, a un trozo de madera también con poros, hasta un tubo de plástico, goma o caucho perforado o una "figurita de acción" (no son de mi estilo pero haberlas haylas).
Encuentro interesante, o más que eso casi indispensable, el uso de una válvula antirretorno en el tubo/macarrón. Es un cilindro de plástico que en su interior tiene un mecanismo muy simple que deja pasar el aire en un sentido pero no en el otro. Impide el retorno del aire en dirección opuesta. Es una piececita que no cuesta mucho más de un euro y que nos puede evitar una pequeña-gran catástrofe en un futuro. Me explico: cuando el aireador mete aire en el acuario ejerce una presión sobre el agua que, en caso de que en algún momento se fuese la luz en casa o desenchufásemos el aireador sin darnos cuenta y éste dejase de funcinonar, ejercería una fuerza en sentido contrario arrastrando con ella el agua fuera del acuario. ¡Adios parquet!
¿Es necesario tener aireador? ¿Tiene que estar siempre enchufado?
He aquí la pregunta estrella.
La respuesta es NO. No es necesario tener aireador. Y si se tiene, no hace falta tenerlo siempre enchufado. Aunque por supuesto si se quiere poner como parte de la decoración del acuario porque nos gusta ver la cortina de burbujas saliendo del difusor, su uso queda con ello justificado.
Yo recomiendo tener aireador, aunque no esté conectado habitualmente, para dos casos concretos (seguramente hay más pero para mí éstos son los principales):
- En verano. Cuando la temperatura de nuestro acuario sube porque, aún estando el calentador desconectado, la temperatura ambiente es tan alta que sube hasta los 30 o 32ºC (hablo de la zona centro de la Península Ibérica; obviamente en el resto del territorio español o en el extranjero las condiciones serán diferentes según el clima), el aireador es una gran ayuda porque a) aumenta la concentración de oxígeno en el agua, que con esas temperaturas suele disminuir bastante y b) con el movimiento del agua aumenta la evaporación y con ello podremos bajar algún grado la temperatura de la misma. Veremos en otras publicaciones ésta y otras maneras de bajar la temperatura del agua del acuario.
- Para los acuarios de cuarentena/enfermería o en cualquier momento que tengamos que medicar a un pez enfermo. Cuando un pez está enfermo y necesita tratamiento, ya sea en una urna aparte o sea en el propio acuario porque haya más peces infectados, suele estar más débil que de costumbre, con las defensas bajas, y puede costarle más trabajo respirar. También los medicamentos pueden producirle o agravarle este efecto. Para ayudarle en su recuperación y que las energías que tenga las dedique a curarse y no a seguir sobreviviendo es muy bueno ponerle un aireador. Es como si le colocáramos una mascara de oxígeno.
También podemos plantearnos si es bueno o malo tener aireador en un acuario plantado.
Es importante tener en cuenta que el proceso mayoritario y de más peso en una planta es la fotosíntesis, mediante el cual toma CO2 y lo utiliza para sintetizar o producir compuesto orgánicos que son su comida, produciendo como "desecho" oxígeno que libera a la atmósfera en el caso de las plantas terrestres y al agua en el caso de las plantas acuáticas.
Cuando ponemos un aireador, según lo que ya hemos visto, estamos facilitando que el CO2 se escape del agua al aire y que entre al agua. No tendría entonces sentido ponerlo en un acuario muy plantado, con una gran demanda de CO2. Ni que decir tiene cuando lo estamos inyectando de forma externa con un sistema de CO2 ya sea de presión o no. Estaríamos perdiendo con el aireador lo que metemos por otro lado con el equipo de CO2. Tampoco en uno poco o medianamente plantado si vemos que las plantas frenan su crecimiento - que puede ser debido a muchos factores pero éste es uno de ellos.
Un último aspecto a tener en cuenta es el efecto de la cantidad de O2/CO2 presente en el agua en el pH del acuario.
Por reacciones químicas entre el CO2, el agua, el oxígeno, y algún otro compuesto de carbono de los presentes en el acuario, cuando aumenta la cantidad de CO2 en el agua (si lo añadimos nosotros, si tenemos superpoblación de peces y pocas plantas) el pH irá bajando; en función de la dureza de carbonatos (kH) bajará más o menos. Y por el mismo motivo pero a la inversa, al aumentar el oxígeno en el acuario (muchas plantas realizando la fotosíontesis, el uso del aireador) el pH subirá. Como subir el pH es más difícil que bajarlo normalmente no llegará a niveles peligrosos, como ocurriría con el primer proceso, y sí que puede ser un buen aliado en algunos casos (muy útil en marino).
Creo que con esta publicación quedan aclarados todos los puntos concernientes al uso del aireador en el acuario, pero si se os ocurren más no dudéis en poneros en contacto conmigo por si puedo ayudaros a solucionarlas.