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Reproducción del betta
A petición de una buena amiga, os dejo un artículo en el que os cuento a grandes rasgos lo que necesitáis saber para reproducir vuestros bettas.
Para reproducir el luchador de Siam o betta necesitaremos una urna no muy grande, de unos 10-20 litros, a ser posible desprovista de decoración y grava, sin filtro, con agua del acuario donde se encuentre habitualmente el macho. No hace falta que llenemos la urna hasta arriba; de hecho es aconsejable que el nivel de agua no sea muy alto. Podemos poner alguna planta flotante, pero por lo demás cuanta menos decoración haya, más cómodo será de mantener y más fácil será el tener controlados a los alevines.
Trasladaremos al macho a esta urna, especialmente si muestra un comportamiento de exhibición de aletas y/o ha hecho algún nido de burbujas. Es el momento idóneo para la reproducción. Por otro lado, la hembra estará en otro recipiente, sola, con otras bettas hembra o con otros compañeros de acuario compatibles con su carácter. Elegiremos la hembra que muestre un botón blanco en la zona anal, pequeño pero bien visible, y bandas oscuras verticales, más anchas que las franjas horizontales de estrés.
Es muy importante que tanto el macho como la hembra se encuentren en perfecto estado de salud y con buenas reservas de alimento (que estén un poco gorditos, sin excesos). Para el macho porque será él el que se encargue de la crianza de los alevines durante los primeros días durante los que comerá poco o nada. Para la hembra, porque solamente el producir los huevos es un gasto energético muy grande, y también porque el cortejo y la cópula son bastante violentos, conviene que la diferencia de tamaño entre ambos no sea demasiado grande. No pondremos a reproducir ejemplares que se encuentren muy delgados o enfermos ya que lo más seguro es que acabe en tragedia para ellos.
El momento de pasar la hembra a la urna donde está el macho será cuando éste haya hecho su nido de burbujas. Éste lo hace tomando aire de la superficie y formando burbujas con la saliva y en algún caso con trocitos de plantas. Las agrupa normalmente hacia una esquina y será tanto más grande cuanto más grande sea el macho y más experiencia tenga construyendo nidos.
El nido es una estructura delicada, si pusiésemos un filtro en nuestra urna de reproducción la sola corriente lo desharía. Muchas veces, los machos primerizos no consiguen hacer un nido estable y duradero. Para ello podemos ayudarles poniendo algo que flote en la superficie y haga un hueco como una cueva. El método casero más común es cortar un vaso de plástico por la mitad y ponerlo flotando boca abajo. Cuando el macho principiante comience a juntar las burbujas, éstas estarán protegidas y será más difícil que se destruya el nido.
Como ya hemos dicho, cuando el macho tiene el nido preparado podemos pasar a la hembra a la urna del macho. La reproducción es mucho más efectiva si el macho puede ver a la hembra pero no tocarla o atacarla durante unos minutos, o una hora. Esto podemos lograrlo metiendo a la hembra en un vaso de plástico transparente u otro objeto similar que flote, en dicha urna. El macho se acercará curioso y al ver a la hembra empezará a cortejarla, haciendo alarde de sus preciosas aletas y se mostrará en todo su esplendor. La hembra podrá contemplarlo mientras sin ser atacada, y si muestra enseguida las bandas verticales oscuras que hemos comentado antes ¡se gustan!
Ahora sí, podemos juntarlos aunque siempre con supervisión. Es normal que haya persecuciones, algún mordisco y el siempre esperado “abrazo”, cuando el macho usa su cuerpo y aletas para rodear el de la hembra y la “aprieta” con la intención de que ésta suelte los huevos. Lo normal es que esto ocurra en pocos instantes, y se suele dar en varias veces. En cada una de esas ocasiones la hembra soltará unos cuantos huevecillos y entre ella y el macho los recogerán y los colocarán en el nido, donde se quedarán pegados y el macho los fertilizará. Este proceso se repetirá a lo largo de media hora o una hora, aunque puede variar. Cada animal es un mundo en sí mismo.
Hay que estar atentos en todo momento porque, aparte del propio disfrute de ver a tus bettas reproduciéndose, no debemos perder de vista el comportamiento del macho y los mordiscos que le da a la hembra. Muchas veces es preferible dejar a medias el apareamiento si la hembra queda muy dañada, y darnos cuenta de cuándo ha terminado ésta de soltar huevos porque entonces el macho la suele repeler atacándola y hay que sacarla. Sería conveniente que después de sacar a la hembra la pongamos en un sitio tranquilo, en ocasiones hay que suministrarle algún tratamiento contra podredumbre de aletas o un antibacteriano suave para prevenir infecciones.
Volvemos ahora al macho, que se ocupará a partir de entonces de cuidar los huevos y los alevines cuando nazcan. Todo huevo que se caiga del nido será recogido pacientemente por el macho que lo volverá a colocar entre las burbujitas. Lo mismo ocurrirá cuando nazcan los alevines, que en sus primeros días tienden a caer del nido hacia el suelo. Por esto es importante que no haya grava en el acuario de cría, porque el padre los localiza mucho más fácilmente en el suelo desnudo que entre los granos de la grava. Como además no tienen depredadores no necesitan esconderse entre éstos como hacen muchas otras especies de peces ovíparos.
Un punto esencial en estos días es alimentar poco o nada. El macho suele estar tan entretenido colocando los huevos y/o alevines que no comerá apenas, o incluso no comerá nada. Los alevines los primeros días se alimentan del saco vitelino con el que salen del huevo, y cuando lo acaban, la cantidad de alimento que necesitan es mínimo. Si echamos comida y no se la comen se pudre, dándonos un pico de amoniaco y nitritos letal para los pequeños, incluso para el propio betta. Además no podemos olvidar que están en una urna sin filtro, así que hay que ensuciar el agua lo menos posible. Si somos un poco mañosos y cuidadosos podemos hacer algún cambio de agua o un sifonado del fondo con un macarrón de los de aireador, que causan muy poca turbulencia al aspirar. Si no lo hacemos con sumo cuidado podemos destruir el nido del betta y la puesta se nos echará a perder. El cambio de agua se hará siempre con agua del acuario original del betta o con agua que tenga los parámetros lo más parecidos a los existentes en la urna de reproducción.
Otro momento crucial es cuando los alevines comienzan a nadar en horizontal en vez de en vertical. Es decir, cuando tienen natación libre en lugar de caer como un peso muerto hacia el fondo. En ese momento el macho deja de percibirlos como sus crías y los empieza a ver como alimento, como futuros competidores, y se los comerá, así que tenemos que revisar todos los días el nido y los alevines. En cuanto comiencen a nadar solos, el macho volverá a su acuario original y los pequeños se quedarán creciendo en el que están ahora.
A partir de aquí se desarrollarán solos. Los alimentaremos primero con infusorios o alguna papilla muy muy líquida. Incluso podemos usar yema de huevo cocida en muy pequeñas cantidades aunque tiende a ensuciar muy rápido el agua y los alevines podrían morir si se descompone. Después comienzan a comer nauplios de artemia recién eclosionados y gusanos pequeños como la anguililla del vinagre o grindal pequeños. Conforme vayan creciendo les iremos pasando a alimentos cada vez más grandes y después les acostumbraremos a la escama o el gránulo definitivos, cosa que no suelen despreciar porque son bastante voraces. No aceptan alimento seco de pequeños pero a partir de cierto tamaño (variable) comen de todo.
Por último es conveniente ir pensando dónde meteremos tanto alevín cuando vayan creciendo porque enseguida los machos empiezan a mostrar territorialidad entre ellos y hay que separarlos. Las hembras se pueden mantener juntas porque, aunque tienen unas jerarquías que aumentan en intensidad con los meses, no se matan entre ellas.
Espero, como siempre, que os haya servido el artículo. Suerte con vuestros bettas y a disfrutar.
El aireador, compresor o bomba de aire
Empiezo con este post una serie de publicaciones más prácticas que las anteriores, para dar respuesta a algunas de las preguntas que más frecuentemente me encuentro en el día a día.
¿Qué es un aireador?
Con este nombre o con alguno de los anteriores que aparecen en el título nombramos al aparato que produce aire mediante vibración de una membrana y que nos permite llevar este aire al acuario para:
1.- Mover el agua
2.- Romper la capa superficial del agua que está en contacto con el aire que hay inmediatamente por encima, y con esto...
3.- Aumentar el aporte de oxígeno al agua
¿Esto cómo se consigue?
De forma breve explicaré que, por motivos en los que no vamos a entrar, el agua tiene gran afinidad por el oxígeno. Es decir, "le gusta mucho" y en presencia de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) siempre tenderá a coger oxígeno y soltar CO2. De forma contraria, el aire tiene más afinidad por el CO2; y por tanto en abundancia de uno u otro siempre tenderá a "dar" oxígeno y "tomar" dióxido de carbono.Esto nos lleva al siguiente punto. De forma natural, en un acuario que hay peces, sobre todo si hay más que plantas o si éstas directamente están ausentes, tenderá a haber más dióxido de carbono, resultante de la respiración de los peces que es como la nuestra: toman oxígeno, expulsan CO2, y este queda en el agua. Si la comunicación entre agua y aire es buena, el CO2 tenderá a escapar y el oxígeno a entrar en el agua con lo que no habrá problema de suministro de oxígeno. PERO si por cualquier causa esta barrera está bloqueada, éste intercambio no se podrá dar, el CO2 se acumulará en el agua y finalmente puede que haya tanto que los peces, literalmente, se asfixien.
¿Por qué puede suceder este fenómeno y en qué momento se da? Es muy habitual cuando tenemos poco o nulo movimiento en superficie. Es aquí cuando podemos ver una capa o película de aspecto grasiento en la superficie del agua de nuestro acuario. Está formada sobre todo por proteínas procedentes de los restos de comida y otros procesos biológicos. Esta capa hace efectivamente de barrera entre el agua y el aire impidiendo que salga el CO2 del agua y que entre el oxígeno desde el aire.
¿Cómo evitarlo? Principalmente de dos formas: con un aireador, que es el tema de este artículo, o con la salida de agua del filtro. La primera opción es la que ya hemos explicado. La segunda consigue el mismo efecto pero sin burbujas. Si conseguimos que en la superficie se formen ondas o pequeñas olas según sale el agua del filtro - interno o externo - ahí estamos propiciando el intercambio de gases. Si lo que tenemos es un filtro de mochila, el efecto es muy parecido al del aireador ya que la cascada está continuamente rompiendo la superficie agua-aire facilitando el intercambio de gases entre éstas.
¿Dónde se coloca el aireador? ¿Cómo produce la cortina de burbujas?
El aireador en sí es el compresor, la bomba de aire. Es un aparato que se enchufa a la red eléctrica y que debe estar SIEMPRE fuera del acuario. No va nunca dentro del acuario como el filtro o el calentador.
En cuanto a su posición con respecto al acuario, siempre es mejor colocarlo por encima, y en el caso que deba ir por debajo es mejor que esté lo menos alejado posible del borde del acuario ya que cuanta más distancia de tubo tenga que recorrer el aire hasta llegar al difusor, más fuerza perderá, obtendremos menos caudal de aire, y también se acortará la vida media de la bomba.
Del aireador obtenemos normalmente 1 ó 2 salidas de aire - los hay de más - a las que conectaremos un tubo o macarrón que suele tener un grosor estándar de 4/6 (4 milímetros interior, 6 milímetros exterior) y que a su vez va unido a un difusor; éste puede ser desde una piedra cilíndrica o con otras formas, tipo piedra pómez con poros muy finos que son los que dejan salir el aire, a un trozo de madera también con poros, hasta un tubo de plástico, goma o caucho perforado o una "figurita de acción" (no son de mi estilo pero haberlas haylas).
Encuentro interesante, o más que eso casi indispensable, el uso de una válvula antirretorno en el tubo/macarrón. Es un cilindro de plástico que en su interior tiene un mecanismo muy simple que deja pasar el aire en un sentido pero no en el otro. Impide el retorno del aire en dirección opuesta. Es una piececita que no cuesta mucho más de un euro y que nos puede evitar una pequeña-gran catástrofe en un futuro. Me explico: cuando el aireador mete aire en el acuario ejerce una presión sobre el agua que, en caso de que en algún momento se fuese la luz en casa o desenchufásemos el aireador sin darnos cuenta y éste dejase de funcinonar, ejercería una fuerza en sentido contrario arrastrando con ella el agua fuera del acuario. ¡Adios parquet!
¿Es necesario tener aireador? ¿Tiene que estar siempre enchufado?
He aquí la pregunta estrella.
La respuesta es NO. No es necesario tener aireador. Y si se tiene, no hace falta tenerlo siempre enchufado. Aunque por supuesto si se quiere poner como parte de la decoración del acuario porque nos gusta ver la cortina de burbujas saliendo del difusor, su uso queda con ello justificado.
Yo recomiendo tener aireador, aunque no esté conectado habitualmente, para dos casos concretos (seguramente hay más pero para mí éstos son los principales):
- En verano. Cuando la temperatura de nuestro acuario sube porque, aún estando el calentador desconectado, la temperatura ambiente es tan alta que sube hasta los 30 o 32ºC (hablo de la zona centro de la Península Ibérica; obviamente en el resto del territorio español o en el extranjero las condiciones serán diferentes según el clima), el aireador es una gran ayuda porque a) aumenta la concentración de oxígeno en el agua, que con esas temperaturas suele disminuir bastante y b) con el movimiento del agua aumenta la evaporación y con ello podremos bajar algún grado la temperatura de la misma. Veremos en otras publicaciones ésta y otras maneras de bajar la temperatura del agua del acuario.
- Para los acuarios de cuarentena/enfermería o en cualquier momento que tengamos que medicar a un pez enfermo. Cuando un pez está enfermo y necesita tratamiento, ya sea en una urna aparte o sea en el propio acuario porque haya más peces infectados, suele estar más débil que de costumbre, con las defensas bajas, y puede costarle más trabajo respirar. También los medicamentos pueden producirle o agravarle este efecto. Para ayudarle en su recuperación y que las energías que tenga las dedique a curarse y no a seguir sobreviviendo es muy bueno ponerle un aireador. Es como si le colocáramos una mascara de oxígeno.
También podemos plantearnos si es bueno o malo tener aireador en un acuario plantado.
Es importante tener en cuenta que el proceso mayoritario y de más peso en una planta es la fotosíntesis, mediante el cual toma CO2 y lo utiliza para sintetizar o producir compuesto orgánicos que son su comida, produciendo como "desecho" oxígeno que libera a la atmósfera en el caso de las plantas terrestres y al agua en el caso de las plantas acuáticas.
Cuando ponemos un aireador, según lo que ya hemos visto, estamos facilitando que el CO2 se escape del agua al aire y que entre al agua. No tendría entonces sentido ponerlo en un acuario muy plantado, con una gran demanda de CO2. Ni que decir tiene cuando lo estamos inyectando de forma externa con un sistema de CO2 ya sea de presión o no. Estaríamos perdiendo con el aireador lo que metemos por otro lado con el equipo de CO2. Tampoco en uno poco o medianamente plantado si vemos que las plantas frenan su crecimiento - que puede ser debido a muchos factores pero éste es uno de ellos.
Un último aspecto a tener en cuenta es el efecto de la cantidad de O2/CO2 presente en el agua en el pH del acuario.
Por reacciones químicas entre el CO2, el agua, el oxígeno, y algún otro compuesto de carbono de los presentes en el acuario, cuando aumenta la cantidad de CO2 en el agua (si lo añadimos nosotros, si tenemos superpoblación de peces y pocas plantas) el pH irá bajando; en función de la dureza de carbonatos (kH) bajará más o menos. Y por el mismo motivo pero a la inversa, al aumentar el oxígeno en el acuario (muchas plantas realizando la fotosíontesis, el uso del aireador) el pH subirá. Como subir el pH es más difícil que bajarlo normalmente no llegará a niveles peligrosos, como ocurriría con el primer proceso, y sí que puede ser un buen aliado en algunos casos (muy útil en marino).
Creo que con esta publicación quedan aclarados todos los puntos concernientes al uso del aireador en el acuario, pero si se os ocurren más no dudéis en poneros en contacto conmigo por si puedo ayudaros a solucionarlas.